Por: Alejandro Loaiza Salazar – Enlace Congreso de la República. Oriundo de Samaná, con estudios en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia.
No existe otro escenario donde de manera exponencial se desarrolle el poder y todo lo que se deriva de él que los palacios, desde democracias, hasta dictaduras y desde su origen en los reinos, los palacios son el centro máximo del poder.
El palacio de Nariño, es el centro del poder en Colombia, y no solo del poder ejecutivo, sin duda nuestro extremo presidencialismo ha demostrado que el presidente tiene las herramientas suficientes para controlar, cooptar o por los menos incidir en el resto de las ramas “independientes” del poder, o alguien duda de la capacidad del presidente de doblegar al congreso, o poner en aprietos a las altas cortes, otra cosa es que no se ejerzan correctamente esas herramientas.
El Gobierno Petro es toda una incógnita frente al ejercicio del poder, la semana que acaba de pasar ha sido una prueba de fuego de muchas que tendrá que afrontar, la manera en que asuma estos retos y como trate de utilizar su poder para contrarrestar el daño ocasionado por sus aliados, por sus estrategias y decisiones es ciertamente una incógnita para muchos.
Y en ese ejercicio de quienes rodean al primer mandatario o de quienes pretenden aprovechar cualquier segundo de protagonismo con el presidente, se tejen toda una serie de juegos que develan los intereses más egoístas o altruistas del que hacer público.
La llegada de Mauricio Lizcano como director del DAPRE dejo a muchos sorprendidos, preocupados, felices y admirados, en particular en nuestro departamento, donde todo se sabe, y donde los amores y odios por nuestros dirigentes son más que evidentes.
Resultaba extraño que una persona distante a la izquierda llegara a una de las posiciones de mayor cercanía con el nuevo Presidente, pero de Lizcano se podrá decir cualquier cosa, menos que su habilidad no le permitiera hacerlo, era en ese momento el socio perfecto para que algunos que ya tenían ganado su espacio con el nuevo presidente, encontraran un aliado interno a las paredes del palacio para tejer el juego de poder, sin embargo los escándalos propios de su ejercicio y de su pasado político le están cobrando factura.
Más aun, su enemistad con la persona más poderosa de palacio después del presidente, La Jefe de Despacho de la Presidencia Laura Sarabia, ella ha sido el mayor muro de contención para Lizcano.
Aparentemente esto lo sabe el Representante Santiago Osorio, quien el pasado 20 de febrero en plena bancada del partido Verde con el Presidente Petro, se atrevió a objetar las decisiones burocráticas de Lizcano, al acusarlo delante de Petro y de su jefa de Gabinete por no “compartir” la mermelada que se estaba entregando para Caldas, en pocas palabras, que a ellos poco les estaba tocando, lo que llamo la atención de Petro, no por el nivel de la acusación, sino por la impertinencia de la misma, dejándole claro al primo del alcalde, que no solamente no era el escenario para realizar esas afirmaciones, sino que no era un tema que a él le tocara resolver.
Al cónsul de Carlos Mario en el congreso, no le quedo de otra que aguantar el llamado de atención público, pero más aun, la contra respuesta de Mauricio Lizcano un poco más privada y ya sin el Presidente, y según algunos testigos muy subida de tono.
El desespero de unos por los puestos y de otros por sostener su posición está llevando a reventar hilos que seguro tendrán profundas consecuencias en las próximas elecciones territoriales, mientras tanto seguimos viendo a niños jugando a querer ser grandes.
Twitter: @AlejandroLSFD
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