Es evidente el deterioro progresivo que está viviendo la sociedad actual; la pérdida de principios y valores es el caldo de cultivo, para que enseñanzas perversas se interioricen en la formación de nuestros niños y jóvenes.
Este proceso de pérdida de valores se viene gestando principalmente desde el aula de clase y es precisamente en el colegio que el padre de familia debe dar la batalla para lograr una formación integral del hijo.
Esta columna es una invitación para que el proceso educativo de los hijos, se convierta en el más importante proyecto familiar; iniciando éste con la correcta elección del modelo educativo; para esto es indispensable conocer los procesos formativos que ofrecen los diferentes establecimientos educativos para tomar la mejor decisión.
El rol protagónico del padre de familia en el proceso educativo del hijo es fundamental, e inicia con exigir la armonía entre los principios, valores y creencias interiorizados en el seno de la familia, con la filosofía de los procesos pedagógicos del establecimiento educativo al que ingresará el hijo.
Esta propuesta puede parecer difícil de concretar en el momento actual; pero es posible lograrlo a través de las asociaciones de padres de familia, asociaciones que deben estar lideradas por padres con el carácter necesario y la preparación suficiente para defender sus hijos de la perversidad que hoy les acecha en el aula de clase.
No nos acobardemos para emprender esta importante tarea, todo padre de familia en general, siempre tendrá el arrojo para proteger a su hijo de cualquier amenaza; sólo falta para lograrlo que los gobernantes decidan dar también esta lucha en compañía del padre de familia.
Tengamos claro que la materia prima para emprender esta batalla está a nuestro favor, con una normativa que constitucional y legalmente favorecen al padre de familia en el proceso de formación del niño, encontrándonos que el Estado debe fortalecer desde el aula de clase los principios, valores y creencias que el padre de familia desee para su hijo; todo lo anterior ratificado en los tratados internacionales sobre derechos humanos, que increíblemente gobiernos y magistrados de las altas cortes vienen desvirtuando, imponiendo su ideología por encima de la misma Constitución, apagando poco a poco el deseo natural de un padre de luchar por la correcta educación de sus hijos.
No podemos seguir dejando solo en manos de Fecode el proceso formativo de los niños y jóvenes; especialmente en temas como la educación sexual, la formación religiosa, etc; estos son aspectos que corresponden al ámbito familiar en articulación con el
Docente; el colegio solo debe orientar en estos aspectos acorde a lo que el niño viene aprendiendo en casa.
Nuestro movimiento +fe, que presentará candidato para la alcaldía de Manizales por firmas; buscará que desde la administración municipal posicionemos a Manizales como el municipio donde la educación para la sexualidad y la educación religiosa se oriente en el aula de clase según el sentir del padre de familia y no a criterio sólo del docente.
* Por: Jorge Alberto Betancurt Raigoza – Exconcejal de Manizales y coordinador del movimiento ciudadano +fe.
