Opinion

Lizcano-Marinista *

La candidatura a la Gobernación del exgerente de la Licorera de Caldas, Luis Roberto Rivas ya logro algo positivo en el departamento, y no es el alinderamiento político de un grupo de líderes con él, es quienes no han llegado a su campaña y que al parecer difícilmente llegaran, se trata del nuevo grupo político del departamento, el de Mauricio Lizcano y Carlos Mario Marín, el muy afamado alcalde de Manizales, quienes tienen una estrecha y profunda relación.

Ya hemos dicho que a Luis Roberto aún le falta mucho trecho por andar, y aunque no pocos auguran su triunfo electoral, faltan todavía candidatos por aparecer y sucesos por ocurrir, sin embargo, a estas alturas, es un candidato viable y que habla con tono de voz fuerte, esto último es precisamente lo que les molesta a algunos, pues pudiera ser una rueda suelta para los intereses de estructuras políticas que afianzan su liderazgo con el rigor de la disciplina para perros.

Aunque ya se han reunido para hablar de las próximas elecciones, Lizcano y Luis Roberto no son compatibles, y aunque la política puede con todo, el director del DAPRE no confía en que el segundo sea afín a los intereses de futuro para el lizcanismo, y Luis Roberto aún no considera útil la sociedad con Mauricio, por lo menos no en las condiciones que impone el ex Senador.

Y aunque en el pasado Mauricio le hablo al oído a Luis Roberto para indisponer al último en contra de los contradictores de momento de Mauricio, hoy las relaciones no están en su mejor momento.

Seguramente Lizcano aplicará la vieja estrategia de tener cualquier candidato a la Gobernación de cara a una futura negociación, o a intentar lo que ha cultivado durante los últimos tres años, una colaboración con el actual alcalde de Manizales, para que entre estos dos sectores se repartan el Departamento y su capital, en lo que sería una negociación electoral y burocrática que afianzaría al NeoPetrismo en Caldas.

A Mauricio Lizcano y Carlos Mario Marín, no solo los une el apoyo que tuvieron por el hoy presidente, aunque no tan decisivo, pues Petro no logro su triunfo ni en Caldas ni mucho menos en Manizales, lo une un pasado en el que el hoy alcalde de la capital se forjó en las juventudes lizcanistas, de allí su facilidad para negociar los apoyos necesarios para llevar al cónsul de Liberland a ganar las elecciones.

El Petrismo en Caldas, va por la misma ruta que el Centro Democrático tuvo durante el Gobierno de Duque, y es la incapacidad de fortalecer sus liderazgos locales, a tal punto que difícilmente ganarán elecciones territoriales, sin embargo, con el poder burocrático y económico de la alcaldía de la capital del departamento, y la habilidad de Mauricio y su estratégico puesto, les servirán para hilar lo suficiente de cara a ponerlos a disputar estas dos claves elecciones.

Aunque de seguro Mauricio utilizara todos menos los avales del Pacto para respaldar sus candidatos.

Alrededor de partir el departamento entre el Lizcanismo y la Familia Marín-Osorio gira el NeoPetrismo Caldense, ese mismo NeoDuquismo, NeoSantismo, NeoUribismo o Neo lo que sea, que sujetos políticos como los anteriores pueden acomodar y apropiar, desplazando a quien sea necesario, con tal de sostener los votos que afincan su poder y sus intereses.

Del Barco-Yepismo al Lizcano-Marinismo a eso hemos llegado; ojalá y por el departamento el flamante director del DAPRE siga en su puesto, pues uno es Mauricio manejando a Carlos Mario a control remoto y otro sentado a su lado desde el piso 16, eso es otro cantar; uno que está en capacidad de mantener jodidos a los caldenses.

* Por: Alejandro Loaiza Salazar – Enlace Congreso de la República. Oriundo de Samaná, con estudios en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia.

Twitter: @AlejandroLSFD

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