Opinion

LA REFORMA

EDITORIAL

Ya fue radicada la ponencia para debate en plenaria de la cámara de representantes del proyecto de Acto Legislativo de reforma política la cual contiene propuestas que pueden ser novedosas, sin embargo, aportan poco al saneamiento de los vicios políticos de nuestra democracia. Algunos de sus aspectos son:

Elimina la facultad de destituir e inhabilitar a funcionarios de elección popular por parte de la Procuraduría General de la Nación. Disminuye a 25 años la edad a partir de la cual se adquiere el derecho a ser elegido como Senador, y a 18 para cámara de representantes. Democratiza los procesos internos de los Partidos y Movimientos Políticos para la escogencia de candidatos propios o de coalición. Se autoriza por una sola vez a los miembros de las corporaciones públicas de elección popular o quienes hubieren renunciado a su curul para inscribirse en un partido distinto al que los avaló, sin renunciar a la curul o incurrir en doble militancia, o sea habrá transfuguismo. Financiación del 100% de las campañas electorales por parte del Estado y su pago anticipado. No podrán recibir ingreso de dinero en efectivo los partidos y/o campañas electorales.

Establece como límite a la reelección en las corporaciones públicas de elección popular de Senado, Cámara de Representantes, Asambleas Departamentales, Concejos Distritales y Municipales, y Juntas Administradoras Locales, hasta tres (3) períodos constitucionales consecutivos. La regla general en la conformación exclusiva de listas será únicas cerradas y bloqueadas para elección de corporaciones públicas a partir del período que inicia en el 2026 y alternadas entre un hombre y una mujer. Se da la posibilidad de conformar listas de coalición entre los partidos y movimientos políticos. El voto será de obligatorio cumplimiento en las elecciones dadas entre 2026 y 2031.

Aunque algo es algo, todo indica que esta reforma política está condenada al fracaso en el congreso, o por lo menos a tener una peluqueada muy profunda porque no existe voluntad política para aprobarla. Además, no es un secreto la fragilidad de la coalición mayoritaria que el gobierno Petro ha conformado en el congreso.

Ya nos acercamos al primer semestre de este congreso y realmente el balance no es tan satisfactorio como se esperaba, comprobándose una vez más que son los parlamentarios quienes tienen la responsabilidad de aprobar las grandes reformas que requiere el país, y mientras ellos no lo hagan, todo seguirá igual.

Manizales, 04 noviembre 2022.

@tintiando

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