Opinion

BLANCO Y NEGRO

EDITORIAL

Es recurrente que algunos actores políticos de Caldas, sean noticia a nivel nacional debido a sus actuaciones. No ha pasado el escándalo vergonzoso de “Las Marionetas” y ahora el alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín, nos coloca nuevamente en el ojo del huracán.

La filtración de los audios en los que el entonces gerente de la Lotería de Manizales, Arturo Espejo, le hace serios cuestionamientos a su amigo de otrora, el alcalde Marín, y que fueron noticia de primera de los principales medios de comunicación del país, dejan en muchos la sensación que algo turbio está pasando en esta región.

Nadie mejor que sus amigos cercanos, conoce los secretos y pilatunas de una persona. Si las acusaciones son ciertas o no, lo determinará la autoridad competente. Lo único real es que estos ruidos le causan mucho mal a la ciudad.

Son muchas las controversias generadas por Carlos Mario Marín durante su mandato. Esa fue una estrategia que le funcionó cuando se desempeñaba como concejal y lo catapultó a la alcaldía. Sin embargo, ahora es diferente porque es un alcalde de ciudad capital y tiene toda la prensa nacional pendiente de sus actuaciones. Si ello le funcionó en el pasado para conseguir votos, ahora no le quedará tan fácil.

Todos estos escándalos contribuyen para que Marín Correa siga perdiendo credibilidad y confianza ante la ciudadanía, y su peor enemigo es el tiempo, el cual se le agota como alcalde para recuperar la imagen positiva.

Por otro lado, y todo lo contrario a lo que sucede con el alcalde de Manizales, el desempeño del gobernador de Caldas, Luis Carlos Velásquez Cardona, es reconfortante y genera tranquilidad. Casi con tres años de gestión, con el consabido desgaste natural de las administraciones y el ataque permanente y sistemático de sus detractores políticos, obtuvo el segundo lugar en la evaluación de gestión de acuerdo con la décimo cuarta versión del panel de opinión realizada por la prestigiosa firma Cifras y Conceptos.

La calificación de nuestro gobernador, Luis Carlos Velásquez Cardona, es muy superior a la de mandatarios de departamentos tan importantes como Antioquia, Cundinamarca, Valle, o de nuestros vecinos Quindío y Risaralda. Ello significa que los caldenses que votaron por él en las elecciones de octubre de 2019, no se pueden sentir defraudados, lo que sí sucede con respecto al alcalde de Manizales.

Este alcalde debe de aprender del gobernador de Caldas la seriedad, la mesura y el trabajo permanente por sus comunidades, sin buscar vanidades personales o enfocar todas sus acciones en búsqueda de posiciones burocráticas futuras en el gobierno nacional.

La gobernación es el blanco y la alcaldía el negro de esta historia.

Pensilvania, 06 noviembre 2022.

@tintiando

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