EDITORIAL
Como en todas las elecciones presidenciales, escuchamos decir que está en juego el futuro del país. Por ello la polarización crece, la descalificación del contrincante y las fake news pululan.
Se publican encuestas para todos los gustos y lo cierto es que, en este momento hay un empate técnico entre Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, algo característico de las segundas vueltas. Cualquiera puede ganar.
Lo interesante de esta contienda electoral es que por primera vez en muchas décadas, ninguno de los candidatos representa a los partidos tradicionales, lo que ya es un triunfo para el país.
Los colombianos, cansados de los malos manejos de la dirigencia política tradicional, votamos el pasado 29 de mayo por un cambio. Sin embargo, quien salga elegido no tiene la varita mágica para solucionar las dificultades del país de la noche a la mañana. Son problemas estructurales que necesitan varios años, aun períodos, para redireccionarlos.
Esta realidad llevará a los colombianos al desespero después de seis meses del nuevo gobierno, y veremos nuevamente protestas, el desplome de favorabilidad del presidente, y la incertidumbre y el desconsuelo volverán.
Es tanto el daño que la dirigencia tradicional le ha causado al país, que ni Petro ni Rodolfo serán capaces de solucionarlo en su mandato.
La dirigencia política tradicional no se resigna a perder el poder y la mayoría de ellos se han camuflado en la campaña de Rodolfo Hernández con la esperanza de ser recogidos si el ingeniero santandereano gana la presidencia de la república. Y llegaron allá porque al otro lado, donde Petro, no tienen cabida y es el polo opuesto. La era de Gaviria, Pastrana, Uribe y Santos ya es cosa del pasado. Realmente ellos fueron los grandes derrotados el 29 de mayo. Por ello no podemos permitir que revivan en cuerpo ajeno.
Tiene razón María Jimena Duzán cuando afirma “La petrofobia sirve para ocultar los verdaderos miedos que tiene nuestra clase dirigente, y su temor más grande es que con Petro vengan reformas. Le temen a los cambios estructurales porque saben que luego viene el desmonte de sus privilegios.”
La iniciativa en las reformas las tendrá el Presidente de la República y será el congreso el encargado de aprobarlas. En los nuevos parlamentarios realmente recaerá esta responsabilidad y los colombianos esperamos que estén a la altura de las circunstancias.
Se necesitarán décadas para que el país se pueda recuperar del daño causado por el tradicionalismo político que lo ha gobernado y explotado durante siglos.
Manizales 12 junio 2022.
@tintiando
![](https://www.tintiando.com/wp-content/uploads/2018/01/TintiandoBcoSinBg500px.png)