EDITORIAL
A escasos 13 días de las elecciones para congreso de la república, los electores ya hemos recibido el primer engaño de la mayoría de los candidatos.
Fotos maquilladas, reuniones fabricadas, ingresos de recursos ocultos, verdades a medias, posturas fingidas, negación del pasado, maquillaje de cuentas de campaña, expresiones amables y cantidad de promesas, hacen parte de los engaños.
Sin embargo, lo peor de todos, es que los electores conscientes del engaño del cual están siendo víctimas, persisten en su apoyo a esos candidatos, en una especie de masoquismo político.
Y pasarán estas elecciones, llegará el 20 de julio, se posesionará el nuevo congreso, y empezarán los electores a hablar mal de los parlamentarios durante tres años largos hasta que llegue el día de volver a votar si no por los mismos, por alguien de características similares.
No nos digamos mentiras, todos los políticos son iguales. La diferencia es que unos posan y aparentan ser mejores que otros con discursos bien elaborados, sin embargo, en el fondo son exactamente lo mismo. La diferencia es que somos más amigos de unos que de otros y los hacemos aparecer como mejores que los demás.
Todos estos candidatos coinciden en que hay que cambiar y mejorar el congreso. Pregunto, cuál de ellos ha manifestado que se deben eliminar las Unidades de Trabajo Legislativo UTL o que renuncian a sus lujosas camionetas blindadas, a sus dos tiquetes aéreos semanales y a otros privilegios ?. Ninguno lo ha dicho ni lo dirá porque lo único que esperan es ser elegidos para llegar a su zona de confort durante el próximo cuatrienio.
El panorama no es nada alentador. Aquí seguiremos con unos congresistas iguales a los anteriores cuya única evolución ha sido el refinamiento en los métodos para hacer política y en el maquillaje de sus campañas. El próximo 13 de marzo simplemente vamos a votar por los mismos con distinto nombre y luego tendremos 4 años para quejarnos y volver a repetir la historia.
Pensilvania, 27 febrero 2022.
@tintiando
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