Opinion

AQUÍ PENSANDO *

Hay una situación clara frente al COVID y es que es un tema más de cuidado personal y conciencia. Es absurdo encontrar personas en las redes sociales quejándose de la forma desmedida en que se aglutina la gente para rumbear y que no siguen los protocolos de bioseguridad, pero no caen en la cuenta que ellos hacen parte en ese momento que hacen sus fotos o videos de esa población que no tiene conciencia correcta del autocuidado.

Las autoridades locales y nacionales nos dan a conocer que cada día va en aumento el contagio por COVID-19, se dice que la variante Ómicron es mucho más contagiosa y aunque sus síntomas son similares a una gripa común, debemos tener mucho cuidado.

Sin embargo, hay un punto que se está convirtiendo en la discusión de los últimos días: las incapacidades médicas por COVID. Primero, porque la recomendación del Ministerio de Salud es que al momento de comenzar los síntomas la persona debe aislarse, si se realiza una prueba particular, ésta le servirá para determinar que tiene COVID, pero no le sirve ante la empresa para efectos de incapacidad, por tanto, deberá reportar a la EPS de manera inmediata el contagio.

Primero, las EPS tienen una línea de atención, que como todos los call center, son difíciles para establecer comunicación; segundo, cuando por fin se es atendido en la línea de atención de COVID, dicen que se hará la transferencia al personal encargado de la atención ¿acaso el que contesta no es el agente encargado?, al otro lado o no contestan o si contestan, dicen que ha sido reportado y que se comunicarán para realizar la prueba.

Después de esto, uno o dos días después le dicen que la prueba será al día siguiente, es decir, ya han pasado tres días, sin ser atendido por la EPS.

Realizan la prueba en el día 4 y los resultados en el mejor de los casos los entregan a los dos días, es decir ya van 6 días de aislamiento y cuando sale el resultado y el médico llama para dar la incapacidad, anuncia que ésta será de 5 días. Y los cuenta a partir del momento de la llamada hacia adelante, entonces: ¿quién reconoce los días previos a esa incapacidad?

El Ministerio de salud, también ya anunció que el aislamiento preventivo ya no es de 10 ni 14 días, sino de 7, que, mirados en el contexto anterior, se estarían incumpliendo por las EPS, por los ciudadanos y las empresas. El Ministerio de Trabajo aún no se pronuncia frente al tema y los ciudadanos seguimos siendo mal atendidos por las prestadoras de salud.

Nos urge una reforma a la salud, y no lo decimos solo por el tema del COVID, sino por tantos otros asuntos que no se han contemplado y que solo se ven atendidos gracias a las acciones de tutela y pese a que algunas personas que laboran para las EPS buscan hacer más amigable este servicio, definitivamente el sistema y los operadores no lo dejan hacer fácil. ¿Qué pasa con las EPS?

* Por: Cristina Otálvaro Idárraga-Abogada; Conciliadora en Derecho; Especialista en Gestión Pública, en Derecho Constitucional y Parlamentario y Derecho de Familia; Magister en Políticas Públicas.

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