Los habitantes del oriente de Caldas cumplimos por esta época un año del último gran daño en la vía que conduce a Manzanares desde Petaqueros, en el sector conocido como Buena Vista.
El fin de año fue caótico para miles de viajeros quienes tuvieron que dar la vuelta, algunos por Mariquita y Victoria, y otros por Campo Alegre – Marquetalia.
Un año y el daño sigue igual. Todos estos últimos días del mes de diciembre de 2021 se ha taponado por derrumbes, impidiendo la movilidad permanente.
Sin embargo, más grave que la obstrucción de la vía, es el riesgo y peligro al que se someten quienes transitan por el lugar. Varios vehículos han estado a punto de quedar bajo toneladas de piedra y tierra.
Las autoridades han dejado pasar los lapsos de verano y no han implementado soluciones de fondo, solo paños de agua tibia que de nada sirven.
La indolencia oficial en este caso no tiene límites y todo indica que a las autoridades departamentales y a la dirigencia caldense no les importa la situación de los habitantes del oriente de Caldas donde residen casi 180 mil personas, obviamente no es de extrañar porque tienen sus lujosas fincas de descanso para pasar estas festividades en el centro sur y el occidente del departamento.
Cuando suceda una tragedia con perdidas de vidas humanas y las demandas sean multimillonarias contra las autoridades responsables, verán las consecuencias de su desidia.
Pareciese que los caldenses del oriente estamos condenados a los problemas de movilidad. Viajar cuando la vía a La Línea está cerrada es un verdadero martirio, jornadas hasta de más de 24 horas; y pasar por Padua es una odisea.
Las vías de acceso al oriente de Caldas no tienen dolientes, a las autoridades no les importan y los políticos solo se acuerdan de ellas en época electoral para ir a buscar votos.
Como explicar que en esta época Marulanda no tenga una vía carreteable directa con su Corregimiento Montebonito, y que las cabeceras municipales de Norcasia y Victoria, y Pensilvania y Samaná no tengan una vía decente para comunicarse.
Llegó el momento para que el oriente se pronuncie en forma contundente ante las autoridades correspondientes.
