Opinion

“SI LA CORRUPCIÓN DOLIERA, COLOMBIA SERÍA UN ALARIDO TOTAL”. Germán Castro Caicedo, Periodista

Nos aprestamos a celebrar una época muy especial para todos, pero especialmente para los niños, como es la navidad. Y dentro del texto de la novena al “Niño Dios”, encontramos unas enseñanzas en su escrito que no  está por demás reflexionar sobre ellas, aprovechando la ocasión de solaz y de vacaciones y descansar un poco sobre nuestros temas cotidianos.

“La prudencia que hace verdaderos sabios”. El diccionario define la prudencia como la capacidad de pensar ante ciertos acontecimientos o actividades sobre los riesgos posibles que estos con llevan, y adecuar o modificar la conducta para no recibir o producir perjuicios innecesarios.

La gran mayoría de nuestros dirigentes políticos hoy hacen alarde de no tener una mínima onza de prudencia porque dentro del debate político no se discuten ideas, sino pequeñeces para que el debate se prolongue lo necesario. Hoy son muy pocos nuestros dirigentes que le lleguen a las comunidades con los temas que las inquietan y esta es una de las razones por las cuales dicen que estamos polarizados en política. A muchos dirigentes habrá que recordarles también un dicho de la sabiduría popular: “En boca cerrada no entra mosco”.

De la misma manera aprovechando el ocio navideño y esculcando en Google y en el diario el Tiempo me encontré con una técnica ancestral para alcanzar la plenitud del ser y se denomina Ho’oponopono y cuyo propósito principal radica en la resolución de problemas cotidianos para recuperar la paz interior del ser. Esto tiene su origen en los ancestros Hawaianos y que les permitía a las personas liberarse de los errores que habían cometido.

Ho’oponopono significa corregir o enmendar un error y se basa en cuatro pilares fundamentales: 1- Lo siento. 2- Perdón. 3- Gracias. 4- Te amo. Todo el funcionamiento y la espiritualidad al girar sobre estos principios nos va acercando al “yo” mejorado y superado y borran de nuestra memoria lo que nos llevó a esa situación. Aplicar la técnica del Ho’oponopono es muy sencillo, basta repetir ciertas frases como si fuera un mantra y se puede hacer en cualquier momento del día y sin límite.

A manera de ejemplo traigo esta cita: “Dios te bendiga, te amo. Diciéndolo una y otra vez durante un conflicto o después de este, limpia las causas del problema y ayuda a restablecer la relación.

Imaginemos a nuestros dos ex presidentes repitiendo esta frase en sus momentos de reflexión navideña; ¿no será posible esto? Si ello ocurriere, el futuro de nuestro país creo yo mejoraría. Esta introducción la hemos tomado del libro «Ho’oponopono, La paz comienza contigo», de Raúl Pérez (Editorial Continente).

Siguiendo con el espíritu navideño a nuestros lectores que el Niño Dios los colme de bendiciones.

* Por: José Oscar González Hernández. Se desempeñó como alcalde de Pensilvania, Diputado a la Asamblea de Caldas, Personero de Manizales.

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