Opinion

Salvemos a nuestros bomberos

Por: Erwin Arias – Representante a la cámara.

Celebramos esta semana el día de los héroes tal vez más representativos en nuestras comunidades: los bomberos. Ellos luchan contra toda adversidad por salvar vidas, sanar el dolor y proteger a las familias.

Es triste que, a pesar de su importancia en el día a día de los pueblos y las ciudades, estos héroes carecen de protección y apoyo en muchos rincones de nuestro país. Por esto, la conmemoración de su día, además de ser un momento para enaltecer su trabajo, es una oportunidad para hacer un llamado a las autoridades, entidades y a quienes corresponda, para que entiendan que los socorristas son a los primeros que debemos proteger, pues muchas veces no cuentan con las condiciones óptimas para cumplir su labor.

Un caso lamentable y paradójico lo conocí de primera mano durante una visita al histórico municipio de Anserma, en el Occidente de nuestro hermoso Caldas, donde los bomberos trabajan en una edificación que tiene orden de desalojo, debido a un riesgo inminente de desplome. Sin más opción, ellos continúan su rutina en el sitio, a la espera de encontrar una salida que les salve del riesgo.

La misma situación la vive el cuerpo de bomberos del municipio de Supía. Si en esta localidad llegase a ocurrir un sismo los bomberos serían los primeros que tendrían que evacuar, pues la edificación está al punto de colapso y no cumple con las normas de sismo resistencia.

A esto se suma que hacen una labor titánica, al operar con pocos recursos y maquinaria insuficiente. Necesitamos voluntad de las autoridades gubernamentales de la región y del país para atender la infraestructura de estos cuerpos de bomberos y de muchos otros que pasan por dificultades similares.

Es realmente indignante que este tipo de entidades, constituidas por grandes seres humanos que lo arriesgan todo por nosotros, tengan que trabajar con deficiencias en sus sedes y en sus herramientas. Es deber de las instituciones y del Estado velar para que nuestros rescatistas tengan un trato digno, pues la calidad de sus elementos y de sus sitios de trabajo garantizan también su propia integridad.

Resaltamos que desde nuestro liderazgo y nuestra gestión hemos tenido logros importantes. Por ejemplo, cuando fui alcalde de La Dorada transformamos las condiciones de los bomberos con la dotación de un camión cisterna y una camioneta de reacción inmediata, además de que aumentamos su presupuesto para mejorar la operatividad del cuerpo de bomberos.

Siempre me he creído un bombero más, siento empatía con nuestros rescatistas porque considero que el voluntariado es relegado en el país. Este impulso me permite continuar con las gestiones y en la actualidad tramito varios frentes de recursos para los socorristas en Caldas. Con el ministerio del Interior esta semana se aprobó la nueva estación de bomberos para Pensilvania y está pendiente el proceso para conseguir el camión cisterna para Anserma.

En consecuencia, hago un llamado a los alcaldes de Caldas y de toda Colombia a que presenten proyectos que beneficien a los bomberos de sus municipios, pues es indispensable la gestión ante la Dirección Nacional de Bomberos y el Ministerio del Interior para tener más y mejores recursos que dignifiquen el trabajo de los socorristas.

Es indispensable y urgente dar solución a estas problemáticas. Si lo logramos, podremos tener rescatistas con el rostro tranquilo y el alma serena, que sigan ofrendando su vida con hondo placer, como lo declaman con gran convicción los bomberos colombianos en su himno.

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