Por: Erwin Arias – Representante a la Cámara.
Hablar de inseguridad hoy en día es un tema que nos ocupa absolutamente a todos. En la mayoría de los medios de comunicación, diarios, radio, se hace común tener al menos una noticia diaria sobre hurto a personas, comercios y colombianos que pierden la vida al ser víctimas de estos delitos. Estos hechos hacen que la percepción ciudadana, en los barrios de Manizales que visitamos cada semana sea negativa y pesimista frente seguridad.
Y es que a pesar de que los indicadores a septiembre de 2021 en general son positivos, gracias al esfuerzo de la Policía, sabemos que existe un subregistro en estos indicadores no solo producto del rezago temporal en la denuncia sino porque aquellas personas que sienten que no van a tener la posibilidad de recuperar sus elementos hurtados, se abstienen de presentar la respectiva denuncia afectando la medición.
Según estadísticas de la Policía de Manizales, si bien el delito de hurto a personas a la fecha es menor que en 2020, también es cierto que a pesar de que faltan sólo 3 meses para finalizar el año y al subregistro existente, hoy los hurtos alcanzan los 735 pudiendo superar los 764 hurtos presentados en 2020. La situación no es menos preocupante en los comercios cuya cifra hoy alcanza los 230 hurtos pues estos no solo se han visto afectados por la pandemia, sino que también sufren el flagelo de los amigos de lo ajeno.
Por otra parte, tenemos que las incautaciones de marihuana y armas blancas aumentaron en un 199% y 131%, respectivamente; aumento que incide sustancialmente en la sensación de inseguridad que tenemos los manizaleños, quienes vemos diariamente como el uso de éstos en las calles de nuestra ciudad ha incidido directamente en la concreción de delitos, incrementando la sensación de miedo, incertidumbre e inseguridad, situación que es manifestada a través del contacto constante con la ciudadanía.
Según la encuesta de percepción realizada por la Cámara de Comercio de Bogotá, la percepción de inseguridad aumentó en un 16%, pasando del 60% al 76% en la ciudad de Bogotá. Este comportamiento es una representación de la sensación que se tiene en prácticamente en todas las ciudades capitales e intermedias de Colombia, lo que nos obliga a trabajar de manera mancomunada con las autoridades locales para que Manizales no entre del todo en esta espiral.
Según cifras de “Manizales como vamos” en el último año, el 42% de los manizaleños considera que se debe prestar especial atención al tema de seguridad ciudadana y convivencia como un problema que afecta su diario vivir. El 9% de los encuestados expresan haber sido víctimas de algún delito en el último año, adicionalmente afirman que en sus barrios y comunidades el problema más importante es la drogadicción con un 61%, seguido de los atracos callejeros con un 47%.
Vista esta problemática, es urgente revisar cómo estamos atendiendo la misma como país. Es prioritario que dentro de los presupuestos nacionales tengamos mayor inversión en temas de seguridad, relacionados con la adquisición de elementos y herramientas que ayuden a mitigar la delincuencia, como cámaras y demás objetos de vigilancia, planteamientos que llevaremos al Congreso de la República durante la discusión del presupuesto nacional. Por otra parte, buscaremos también el apoyo del gobierno nacional para que se refuerce el pie de fuerza de la Policía en la ciudad y logremos continuar mejorando estos indicadores que afectan la tranquilidad de la ciudadanía.
Estos cuestionamientos, y todas las experiencias recolectadas en nuestro diálogo con la ciudadanía, lo llevaremos al Congreso para trabajar con mayor esfuerzo en la analítica, y poder hacer un control político efectivo a las medidas que no se están implementando, además que llevare otro proyecto de ley para que en el país podamos ampliar los espacios que deben ser considerados como “libres de droga”, pues consideramos que nuestros jóvenes y sus entornos representan el presente y el futuro de las familias.