Opinion

EL SÍNDROME DE LOS EX

EDITORIAL

En estas épocas de campaña electoral pululan los avivatos sobrevalorados quienes se aprovechan de los políticos ávidos de votos para sacar dividendos económicos o burocráticos.

Entre estos avivatos sobresale una clase, el combo de los ex: exalcaldes, exconcejales, exdiputados, exediles, excandidatos, exparlamentarios, exgerentes, exsecretarios, etc, etc., quienes dicen tener cantidades considerables de electores a quienes pueden direccionar.

Estos ex, con este argumento, solicitan a los candidatos y políticos prebendas para administrar el supuesto electorado y hacer trabajo político. Piden puestos, favores de toda índole, una cuota mensual y un aporte económico abultado para el día de elecciones.

Ingenuamente los candidatos, jefes y organizaciones políticas caen en su juego y son explotados por estos avivatos quienes se pasean por diferentes directorios hasta pescar al que caiga en su ardid. Algunos acostumbran hacer el mismo negocio con diferentes actores políticos para ganar por lado y lado. Finalmente, a ninguno le cumplen.

Generalmente los ex son personas que viven de su pasado, de lo que fueron y ya no son, quienes han perdido su fuerza electoral y precisamente por ello son ex. Obviamente hay honrosas excepciones, sin embargo, la generalidad es lo contrario.

Si los jefes políticos no son lo suficientemente selectivos para detectar a estos avivatos, el día de elecciones se lamentarán cuando no aparezcan los votos y hayan invertido una considerable cantidad de recursos en ellos.

Manizales, 19 septiembre 2021.

twitter @tintiando

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