Opinion

TRIPLE A

EDITORIAL

A la noticia sobre la calificación otorgada a Inficaldas en los últimos días, no se le ha dado la suficiente importancia aun tratándose de entidad financiera del departamento de Caldas.

Una entidad calificadora de riesgos financieros, le bajó la calificación de confianza de triple A a doble A, lo que es un retroceso. Aunque las directivas de Inficaldas traten de minimizar este hecho, lo cierto es que tiene consecuencias negativas.

Mientras Inficaldas la calificación de doble A, no podrá tener la administración de excedentes de liquidez y fondos especiales, lo que es una línea de negocios necesaria para que las Infis sean empresas autosostenibles.

Esta disminución en la calificación es una clara falta de gestión y es fiel reflejo del desorden administrativo y la improvisación que se vive en su interior. Y es ahí donde los caldenses debemos preguntarnos y estar alertas si con semejantes falencias, esta entidad está en capacidad de sacar adelante los cacareados proyectos del Plan Parcial de La Nubia, Aerocafé o Miel II, entre otros.

Lo único que quedó con triple A en Inficaldas fue su secretaria general, Angélica Arenas Arango, y como dicen por ahí, lo que mal empieza mal acaba. No puede marchar bien una entidad donde esta importante posición es ocupada por una persona que llegó al cargo sin conocimiento ni experiencia en este sector. Llegó a aprender.

Angélica Arenas Arango, importada desde la capital de la república, se desempeñaba desde hacía 4 años y 9 meses como Gerente Corporativa para la Prestación del Servicio Domiciliario de Aseo en la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá. Antes había laborado como contratista de la Superintendencia de servicios públicos domiciliarios. Debido a la pandemia por el covid-19, vino a hacer teletrabajo desde Manizales, donde se amañó y se quería residenciar.

En alguna oportunidad, mucho antes de la pandemia, se conoció con Juan Martín Zuluaga Tobón, actual gerente de Inficaldas, en alguna conferencia cuando éste también residía en Bogotá. Intercambiaron números telefónicos y no volvieron a tener contacto.

En el mes de marzo de 2021 cuando Zuluaga Tobón fue nombrado gerente de Inficaldas, Angélica Arenas Arango se enteró a través de los medios de comunicación y le envió su hoja de vida expresándole su deseo de laborar en Manizales.

Una vez quedó vacante la secretaría general de Inficaldas, su gerente Juan Martín Zuluaga recordó la hoja de vida de Arenas Arango, la contactó y la nombró en este cargo sin hacer una selección previa o comprobar la idoneidad para tan importante cargo. Ahora es quien quita y pone.

Desde otro punto de vista, podría entenderse este nombramiento como un compromiso político, sin embargo, mientras que en Caldas los amigos de Luis Carlos Velásquez libraban una dura batalla para conquistar la gobernación, ella a través de su cuenta de Facebook invitaba a conocer mejor a Camilo Gaviria el candidato contendor.

El desconocimiento de Angélica Arenas Arango en los temas administrativos de esta entidad, quedó demostrado hace dos semanas cuando incluyó en el proyecto de ordenanza sobre vigencias futuras del Plan Parcial de La Nubia, al gobernador de Caldas para que apareciera como ordenador del gasto y se le autorizara la firmar convenios como si fuera el representante legal de Inficaldas. Así lo presentó ante la Asamblea del departamento. Ante semejante despropósito, el gobierno departamental se vio precisado a retirar la iniciativa para corregir este yerro. Y esto es apenas el abrebocas de lo que ha sucedido y está sucediendo en Inficaldas.

Una entidad donde se manejen las cosas de esta forma, no puede ser viable.

Manizales, 12 septiembre 2021.

@tintiando

Lo más visto

Subir