Opinion

POBREZA MULTIDIMENSIONAL EN CALDAS

Por: Juana Carolina Londoño – Abogada especialista en derecho comercial y legislación financiera y gerencia de entidades territoriales. Trabajó como asesora jurídica del Instituto de Seguros Sociales, Central de Inversiones S. A., concejal de Manizales, representante a la Cámara, presidente de Fiducoldex y actualmente empresaria: Londoño Asociados.

La semana pasada el DANE sacó las cifras de pobreza multidimensional del país. Este índice recoge las condiciones educativas del hogar, las condiciones de la niñez y la juventud, salud, trabajo, acceso a servicios públicos domiciliarios; así como las condiciones de la vivienda en la que se habita.

La cifra en Caldas es de un 14,5% lo que nos ubica por debajo del 18,1% del promedio nacional, lo cual, es una buena noticia; sin embargo -y esta es la mala noticia-estamos por arriba de nuestros vecinos del eje cafetero en la medida en que Risaralda está en 13,1% y Quindío en el 12,9%.

Que estemos mejor que 22 departamentos debe estimularnos para seguir trabajando y evaluar en dónde estamos con mayores necesidades para así formular acciones de mejora en principio respecto a nuestra región.

Los indicadores que mostraron mayor variación en comparación con los del año anterior, fueron los que corresponden al desempleo de larga duración con una variación del 22,6%, la población sin aseguramiento en salud con un 59,5%, el hacinamiento critico con un 9,4%, las barreras de acceso al servicio de salud con un 43,2%, las barreras al servicio para cuidado de la primera infancia con un 48,9% y la inasistencia escolar con una variación de 77,4%, lo cual se explica por el cierre de colegios y centros académicos.

Es importante decir que, según el mencionado índice, la incidencia de la pobreza multidimensional en la zona urbana fue del 8,7% mientras que en el área rural fue del 32,8%, eso quiere decir que la gran batalla está en propiciar equidad en el campo y en los hogares campesinos.

Hay que resaltar también en que nos fue bien para mantener el rumbo y tener conciencia pública en esos aspectos en los que las cosas están funcionando. En analfabetismo los indicadores del último año evidenciaron que estuvimos un 27,7% mejor que el año anterior, en acceso a fuentes de agua mejoradas un 29,6%, en trabajo infantil un indicador positivo de 13,5% y en rezago escolar un 16,1%.

La informalidad laboral se redujo  en un  1,8%  entre el 2019 y 2020; resultado que denota un nivel tolerable que evidencia avance tras las acciones institucionales que dan buenos frutos y que por lo menos no aumentamos en este aspecto como si lo hicieron muchas otras ciudades del país. 

Toda esta información revela entonces una carta de navegación para entender qué esfuerzo debemos mantener y cuáles son esos aspectos en los que debemos redoblar acciones y ser más imaginativos en la forma de afrontarlos.

Debemos trabajar por un sistema de salud más confiable y accesible para todos, tenemos que seguir profundizando en materia de vivienda tal y como lo viene haciendo el Gobernador  de Caldas por ejemplo con el fin de combatir el hacinamiento habitacional o la mala calidad de las viviendas.

Tenemos que multiplicar esfuerzos en materia de atención de la primera infancia, consolidar el marco de generación de empleo y comprometernos a fondo con el campo y su equidad pues es ahí en donde según las cifras siguen latentes y presentes las brechas en materia de pobreza.

Hay mucho por hacer. No podemos distraernos en cosas que no son importantes y perder de vista lo fundamental para nuestros conciudadanos y lo importante ahora, según este diagnostico de pobreza es la salud, la primera infancia, la vivienda, el empleo y el campo.

Hay que agregarle a este listado la seguridad y con ello ya tenemos una tarea lo suficientemente ardua como para que todos nos remanguemos los brazos y empecemos a trabajar como uno solo por todos los caldenses que están pasando dificultades.

Ellos cuentan con nosotros y esto es lo importante. 

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