Opinion

SUPERCORTE

EDITORIAL

En los Estados democráticos como Colombia, el pueblo es el titular de la soberanía. Hay tres ramas del poder público y órganos autónomos para el ejercicio de otras funciones como las de control y electoral.

Cada cuatro años el pueblo colombiano acude a las urnas para elegir a los miembros del congreso quienes tienen la responsabilidad de crear las Leyes, las cuales después de aprobadas y sancionadas, van a revisión constitucional por parte de la Corte encargada de ello.

Esta revisión hasta antes de la Constitución del 91 la hacía una Sala de la Corte Suprema de Justicia. En la nueva Carta lo hace la Corte Constitucional quien a través del tiempo ha adquirido poderes omnímodos y asumido labores del congreso porque es quien finalmente modifica las leyes y tiene la última palabra sobre lo que aprueban los parlamentarios.

La revisión constitucional se convirtió en una incertidumbre. Es un trámite demasiado largo y engorroso y en muchos casos con fallos controvertidos para no hablar del choque con otras altas Cortes.

Casi no conocemos el fallo sobre la pena perpetua para violadores, y el pronunciamiento sobre el Código Electoral está tardando demasiado, máxime cuando tenemos un proceso electoral cerca. En varias regiones del país, como Caldas, se espera con urgencia la decisión sobre la cuota de género para poder conformar las listas de aspirantes a la cámara de representantes.

Nuestra super poderosa Corte Constitucional, con su exceso de poderes, ha terminado desdibujando la rama legislativa, quienes por mandato del pueblo son los únicos competentes para legislar.

Durante varios meses, 108 senadores y 172 representantes a la cámara, estudian, debaten y votan un proyecto de ley para que se convierta en Ley de la república, y luego llegan 9 magistrados y deciden si tiene aplicabilidad o no, total o parcialmente.

En aras de mantener la funcionabilidad del Estado a través de la articulación de la teoría de la separación de poderes expuesta por el filósofo francés Montesquieu, cuyo objetivo es lograr un equilibrio para evitar los abusos, en Colombia se debe pensar seriamente en revisar los poderes excesivos de la Corte Constitucional, de lo contrario el congreso de la república solo quedará sirviendo para hacer control político.

Manizales, 05 septiembre 2021.

@tintiando  

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