Por: Alejandro Loaiza Salazar – Enlace Congreso de la República. Oriundo de Samaná, con estudios en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia.
En un esfuerzo por despertar el arraigo y la apropiación territorial, año tras año se trata de celebrar la fecha en la cual se erigió a Samaná como territorio legalmente constituido.
Como ofrenda a esta celebración tratare de dejar esta reflexión.
Si algo divide a nuestros pueblos es la política, es ese sectarismo torpe e ignorante que se aviva con cada elección política, y en estos días cuando ya se inician las campañas para el congreso, no es la excepción, ya el ambiente nuevamente despierta la hostilidad de quienes buscan votos, pues nuevamente las odiosas practicas donde se ataca al contradictor como enemigo, son acompañadas de calumnias, mentiras y chismes que contrario a lo que debería ser, una exposición de cualidades del candidato, son en realidad un conjunto de diatribas contra la humanidad de los demás contendientes.
Hace un año cuando escribí sobre esta misma fecha, hacia énfasis en aquellos hombres y mujeres que, de este territorio, también conocido como la “Tribuna del oriente”, han salido a liderar procesos de enorme envergadura a nivel público y privado.
Sin embargo, desde el sector privado donde el objetivo son las utilidades financieras, un municipio como Samaná, no cuenta con los tradicionales atractivos para generar empresa, debemos pensar más allá de lo tradicional, para ello y por ello, es lo público y es la política, el camino mediante el cual territorios como el nuestro pueden salir adelante.
A casi dos horas de una vía principal que comunique con arterias viales que lleven a ciudades como Manizales, Medellín o Bogotá, que en promedio están a 5 o 6 horas, Samaná requiere de una fuerte participación política para impulsar y convertir a la “Tribuna del Oriente” en destino atractivo para inversiones no tradicionales, como el Turismo verde y de aventura, manantiales de agua para embotellamiento, cultivos de Cannabis, en fin, miles de empresas por pensar.
En resumen, nuestro pueblo requiere de la política, sin embargo, ayer y hoy, nuestros políticos han cimentado la división entre ciudadanos, son ellos los que más ganan con una comunidad dividida, pues de esta manera es posible obtener el “case” electoral buscado.
Nosotros los samaneños deberíamos pensar en proyectos macro-políticos, no con énfasis en la política electoral, sino en la construcción de política pública. No deberíamos gastar esfuerzos en perseguir a nuestros contradictores, sino en aprovechar cada una de nuestras fortalezas en beneficio de una comunidad.
Samaná debería ser un propósito común, dicha unión no puede ser producto de candidatos coyunturales, debe ser originada en las comunidades y a partir de los liderazgos locales. Si es así, de seguro y a largo plazo este rincón verde enclavado en la cordillera algún día será lo que todos soñamos.
Feliz cumpleaños Samaná.
Twitter: @AlejandroLSFD
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