EDITORIAL
Presenciamos los caldenses en las últimas dos semanas un espectáculo poco usual en las actuaciones administrativas de los primeros mandatarios. Esta vez la protagonizó el gobernador de Caldas, Luis Carlos Velásquez Cardona.
En un afán inusitado por ubicar a una persona en un cargo de dirección, propició la salida de un secretario de despacho y de una subgerente de entidad descentralizada.
Jahír de Jesús Álvarez, quien se desempeñaba como Secretario de Vivienda departamental desde el principio del presente mandato, durante su ejercicio se caracterizó por su dedicación y constancia, cercanía con las comunidades y buenas maneras, tanto así que el señor gobernador recomendó que no renunciara para aspirar a la cámara de representantes. Sin embargo, después de casi un año y medio, se dio cuenta que no era la persona que necesitaba en este cargo donde, según él, requería un abogado con amplia experiencia en el sector de vivienda, gran capacidad gerencial y conocimiento del territorio. Políticamente cuenta con el respaldo de la organización del exsenador Mauricio Lizcano.
Paula Marcela Osorio Osorio, quien se desempeña como Subgerente de Proyectos Sociales y Empresariales en INFICALDAS, durante los 8 meses que permaneció en el cargo, se caracterizó por cristalizar proyectos que debía implementar la entidad y sin embargo los tenía represados como Plan de Gestión Social de la Entidad, lo que permite dar prelación a las comunidades en todos los proyectos, convenios y APP, y la creación y aplicación de la política de Reciprocidad e impacto social. Sin embargo, el pasado martes la secretaria privada del gobernador llamó al gerente para que le solicitara la renuncia sin darle explicación alguna. Políticamente cuenta con el respaldo del exgobernador Guido Echeverri.
Lo sucedido en estos dos casos generan incertidumbre e inseguridad en el resto de funcionarios, y los desmotiva porque queda demostrado que no es suficiente tener buen desempeño en el cargo ni contar con suficiente respaldo político ya que siempre se estará sujeto a los caprichos del gobernante de turno quienes en muchas oportunidades colocan los favoritismos particulares por encima de los intereses generales.
Quedan muchas dudas. Por ejemplo, si Jahír de Jesús Álvarez era tan mal funcionario por qué ahora lo nombrarán en otra posición del gobierno departamental ?. Cómo será el manejo de los 36 mil millones de pesos que tiene el PDA el cual está adscrito a la Secretaría de Vivienda ? Será que la constructora CFC, en la cual laboró la nueva secretaria de vivienda departamental, ahora sí logará el tan anhelado contrato para la ejecución del programa de vivienda, insignia del actual gobernador ?. Además de estos, son muchos más los interrogantes.
Estos vaivenes y manejos de los cargos públicos son otra de las razones por las cuales excelentes profesionales del sector privado, se niegan a ocupar cargos públicos, entre otras cosas, para no estar expuestos al manoseo o al irrespeto.
Pensilvania, 11 julio 2021.
@tintiando