Opinion

¿ De quién es la culpa ?

Por: Alejandro Loaiza Salazar – Enlace Congreso de la República. Oriundo de Samaná, con estudios en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia. Por: Alejandro Loaiza Salazar – Enlace Congreso de la República. Oriundo de Samaná, con estudios en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia.

Por estos días de convulsión política y social que vive el país, se direccionan culpas según las tendencias políticas, las conveniencias, la información o desinformación que se tenga, o simplemente por el carisma o no que despierte el gobierno o la movilización social en las personas.

Que este es un mal gobierno, algunos creemos que si, y de lejos es el peor de todos en muchos años, y difícilmente alguien lo hará así de mal. No en vano miembros connotados del uribismo ya decidieron marcar distancia del gobierno, incluso con opiniones públicas sobre las deficiencias de Duque. Desde el expresidente Uribe en la entrevista concedida a la periodista colombo española Salud Hernandez en el periódico español “El Mundo”, hasta Rafael Nieto en su reciente entrevista a medios nacionales, y los ya repetidos monólogos de Fernando Londoño en su emisora “La Hora de la Verdad” son muestra de ello.

Sin embargo lo que está viviendo el país, por lo menos frente a la protesta social, es el cumulo de factores construidos desde diferentes gobiernos, Uribe, Pastrana, Samper, Gaviria y sigan de ahí para atrás; los gobiernos colombianos no se han destacado por ser ejemplo de manejo estadista del país, por el contrario, han obedecido a presiones extranjeras, y a la reacción a las coyunturas, mas no a la planificación y construcción de políticas de Estado.

Colombia ha ido construyendo políticas de Gobierno, que por mucho tienen vigencia por tres años, aun cuando el asistencialismo sigue siendo un común denominador en todos los gobiernos, pero lejos está dicho asistencialismo de ser la fórmula de desarrollo y crecimiento socio-económico necesario.

Hoy en día, unos culpan a Petro, otros a Uribe, y muchos a Duque, y en fin, a todos los líderes que han pasado por los diferentes niveles de gobierno, sin embargo, insisto, la culpa sigue siendo de nosotros.

Que esperar de un pueblo con la insensibilidad social arraigada que tenemos, con el egoísmo histórico y la profunda inclinación a la corrupción que nos ha destacado. El imaginario colectivo de Colombia se ha construido sobre la idea de alcanzar el éxito atropellando a quien sea necesario para conseguirlo, y seguimos perpetuando esta tendencia a pesar de todos los llamados de atención que la sociedad nacional ha tenido.

El próximo año serán las elecciones para Congreso y Presidencia, y de nada servirán las protestas y manifestaciones sociales de quienes han demostrado abiertamente su inconformismo, si esos mismos no asisten masivamente a las urnas.

Deberá necesariamente reducirse el abstencionismo en el país, si en algo se ha sensibilizado la sociedad ante las inequidades y absurdas políticas económicas, de lo contrario, la protesta social será solo un indicador, como muchos otros de las desigualdades sociales, y poco aportará al cambio político que tanto se necesita.

Las próximas elecciones serán el termómetro real de que tanto quiere cambiar la sociedad colombiana, pues la verdadera revolución esta en las urnas, y la protesta social solo puede ser usada con fines claros y definidos, pues de lo contrario podría mutar a una anarquía que se profundiza ante la soberbia y desgobierno del liderazgo político, incapaz de controlar la situación, no con armas, sino con políticas publicas afines al clamor social.

Definitivamente, OJO CON EL 22, que nuestra indiferencia y egoísmo no siga truncando el futuro de una nación.

Twitter: @AlejandroLSFD

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