Opinion

UNA AMENAZA PARA COLOMBIA

Por: Juana Carolina Londoño – Abogada especialista en derecho comercial y legislación financiera y gerencia de entidades territoriales. Trabajó como asesora jurídica del Instituto de Seguros Sociales, Central de Inversiones S. A., concejal de Manizales, representante a la Cámara, presidente de Fiducoldex y actualmente empresaria: Londoño Asociados.

Termina una de las semanas más difíciles vividas por los Colombianos:  Unidades de Cuidados Intensivos  por encima del 92% de ocupación en algunas de las principales ciudades del país, proceso de vacunación lento; frustración y descontento social acumulado por la radicación del  proyecto de Ley de Solidaridad Sostenible (reforma tributaria) que llevó a marchas multitudinarias pacíficas justificadas y que infortunadamente fueron opacadas por actos aislados de vandalismo, destruyendo bienes públicos, entidades financieras, almacenes de cadena, oficinas de medios de comunicación, entre otros.

Si analizamos con detenimiento estos hechos, debo concluir con absoluta preocupación que estamos ante un momento de mucho cuidado frente al futuro de nuestro país. El mensaje enviado fue claro por algunos grupos políticos a quienes les interesa ver al país sumido en la confusión, en el caos, en la pobreza, para lograr su propósito.

El inocultable descontento puede hacer pensar a los candidatos de izquierda que es el momento de buscar la realización del ideario socialista, que dice  luchar por la igualdad entre las personas a través del control por parte del Estado de los medios de producción, nada más alejado del sentir de los colombianos quienes han visto lo que ha pasado con tales ideas en países vecinos.

Bajo esa ideología la estimulación del sector empresarial no es una forma válida de crecimiento económico y productividad; más bien prefieren expropiar empresas prósperas destruyendo el empleo, acabando con la pequeña, mediana y gran empresa; controlando la información en los medios de comunicación, llegando al cierre de cadenas radiales y de TV que no promuevan sus ideas. La libertad de prensa no existe en este modelo.  Un sistema que busca el asistencialismo puro para que las personas cada vez sean menos pujantes y se vuelvan dependientes.

El emprendimiento y libre competencia desaparece, ya que el Estado regularía los precios del mercado y solo podrá comprarse lo que el Estado les ofrece; las empresas se vuelven estatales, dirigidas por la burocracia cercana a los afectos del régimen. 

Continuar siendo pobre es el verdadero negocio, entre más pobreza haya más control hay sobre el país.  Tal vez Cuba y Venezuela son el claro ejemplo de que el modelo socialista no saca a las personas de la pobreza, y termina por hacerlas más pobres. Con una pobreza material y una pobreza espiritual pues los despoja de su empuje, de sus ansias de progreso, de su capacidad de lucha y de su creatividad para forjarse un camino propio a la medida de sus sueños.

Hoy hacemos un llamado a la unidad y a la responsabilidad de los ciudadanos para continuar en la defensa de sus derechos de manera pacífica y respetuosa, es un momento histórico para demostrar nuestra grandeza , somos más los buenos que podemos exigir al Gobierno  el retiro de una reforma tributaria inconveniente en un momento inapropiado. 

Grandes retos debemos superar juntos:  proteger a nuestras familias de la pandemia que  contagia con más fuerza;  fortaleza y persistencia para luchar  por nuestros derechos;  sabiduría en las decisiones que marcarán el futuro de Colombia. Mi llamado es al respeto, a la prudencia y decencia,   pero también alzar nuestras voces con fuerza hasta que sean escuchadas. 

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