Opinion

“POCOS DE NOSOTROS SOMOS LO QUE PARECEMOS”. Agatha Christie.

Por: José Oscar González Hernández. Se desempeñó como alcalde de Pensilvania, Diputado a la Asamblea de Caldas, Personero de Manizales.

La gran mayoría de colombianos estábamos muy optimistas con la llegada de las vacunas a nuestro país y con el bombo con que fueron recibidas por parte de funcionarios de gobierno, la verdad, vimos esta batalla contra el virus que la podíamos ganar; pero los hechos son tozudos. Primero tenemos que ver la forma tan lenta como las farmacéuticas van suministrando los pedidos, que a lo mejor, ya fueron cancelados en su totalidad por las condiciones del mercado.

Lo otro que debemos tener en cuenta son las dificultades para la vacunación en sí; tener las vacunas en poder de las Ips, el desplazamiento de las personas para su vacunación y la mayor dificultad, que el gobierno que es el que suministra los biológicos tenga las vacunas para entregarlas. Además, no se nos olvide que por cada vacuna entregada se debe programar para los 28 días siguientes la segunda dosis. Claro que ya salió el señor ministro de Salud a decirnos que es mejor suministrar la segunda dosis después de los 3 meses. El gobierno Duque es como Jalisco nunca pierde.

Hoy nos taca decir con mucha pena que las vacunas están escasas. La verdad es que no tenemos vacunas para seguir vacunando y parece que nos van a incumplir con las entregas de las vacunas por parte de las farmacéuticas. La primera que incumple son los chinos y eso que la semana pasada el gobierno Duque se desbocó en elogios en la ONU sobre el manejo de los derechos humanos; ¿de pronto será el síndrome de Estocolmo?

Ante todas estas dificultades el gobierno es muy renuente para aceptar la ayuda que los empresarios quieren hacer y poder adquirir vacunas para sus empleados. El gobierno ya expidió el borrador de decreto para autorizar dicha compra, pero al leerlo le da la impresión a uno que todo lo que quiere el gobierno es que nadie se le atraviese en el negocio de las vacunas, porque hay requisitos para cumplir que parece que estuvieran negociando con enemigos. Ojalá la sensatez del gobierno prime y facilite dicha operación y que se convenzan de que lo que quieren los industriales es colaborar y no competir con el gobierno.

Unos periodistas hicieron un ejercicio y nos traen unas conclusiones que nos llaman a la reflexión. Primero que necesitamos unos 62 millones de vacunas, esto con base que todas las vacunas con de doble dosis. Hasta en estos días los vacunados van un poco más de 2 millones y medio. Es decir, nos muestra lo anterior decir que vamos a un ritmo muy lento con la vacunación y que cada día tiende a hacer más lenta por entrar nuevos vacunados al sistema y hacen fila para la segunda dosis.

En medio de toda esta turbulencia pandémica, la lenta dinámica en la aplicación de vacunas, la desidia del gobierno para autorizar a industriales para colaborar traigo a colación un dicho popular que nos lo recordó un  panelista en una emisora Bogotana que dice: “Toda buena acción tiene su merecido castigo”.

Sólo nos queda por el momento continuar con las medidas preventivas: El aislamiento social, el uso permanente de tapabocas y el lavado de manos y además revestirnos de la paciencia del santo Job.

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