Por: J. F. Paz – Exmagistrado / Consultor. – Presidente Tribunal de Control Ético del partido liberal colombiano.
La Constitución Política de la Nación establece que Colombia es un Estado social de derecho, y como tal se debe interpretar la ley en el marco de la equidad y la justicia social, que es lo que NO está a sucediendo hoy por hoy.
Ejemplos ¿Cómo entender la desprotección estatal para más tres millones de compatriotas, desplazados por la violencia interna, desarraigados a su propia suerte, con providencias constitucionales a su favor, incumplidas por los gobiernos de turno, ubicándonos como el segundo en el mundo en este fenómeno social ?
¿Cómo entender el olvido institucional con miles de colombianos deudores de un abusivo sistema financiero con procesos ejecutivos hipotecarios, a punto de perder sus viviendas por la errónea liquidación de intereses, vulnerando normas legales, donde la súper financiera solo mira para otro lado?
¿Cómo desconocer la poca o nula atención médica social para los mayores adultos, por parte de la EPS, con mayor evidencia en esta época de pandemia, desconociéndose el derecho a la atención a la salud como un servicio público a cargo del Estado ?
¿Cómo entender la falta de vivienda digna de un vasto sector de la población, originando hacinamientos y cinturones de miseria en los grandes centros urbanos, creándose las bases objetivas que sirven de sustento al crimen organizado ?
¿Cómo desconocer los vaivenes jurídicos de un Estado que no le da la importancia requerida a la justicia, con influencias perniciosas, desconociendo sus fallos, nominando a las magistraturas a ladinos personajes, como lo sucedido en la comisión disciplinaria, que ha hecho de la justicia un factor de incredulidad para la sociedad colombiana?
¿Cómo ignorar la deserción escolar infantil, que según estadísticas oficiales se aproxima a 1.500.000 infantes que no acceden a la educación básica por la incapacidad económica de sus progenitores, agravada por la emergencia sanitaria?
¿Cómo omitir el desconocimiento de la realidad social por parte de un Congreso que pareciera legislara a favor de ciertos intereses económicos, empresariales e industriales, desestimando el grado de pobreza y de miseria de un amplio sector poblacional, aprobando leyes impositivas, debatiendo reformas laborales que cercenan derechos adquiridos de los trabajadores ?
Por todo lo anterior, debemos concluir, que no basta decir y consignar en letras de molde, que SOMOS UN ESTADO SOCIAL DE DERECHO, CUANDO DE SOCIAL, SOLO TENEMOS EL ENUNCIADO DEL ARTÍCULO PRIMERO DE LA CONSTITUCION POLITICA.
Razón le asiste al Dr. De la Calle Lombana cuando en su excelente charla con el Consejo de control ético del P. LIBERAL en la mañana del viernes pasado, afirmara con cifras en mano el grado de INEQUIDAD social por el que atraviesa la sociedad colombiana, y lo dice uno de los autores de la Constitución del 91. ALGO HABRÁ QUE HACER PARA UN MEJOR FUTURO DE LAS NUEVAS GENERACIONES.
Adenda Uno: Se rumora en los mentideros políticos de una posible aspiración a la presidencia de un exministro de Hacienda, alcabalero por naturaleza, con investigaciones a granel, unas resueltas a favor, más por presiones y lobby profesional, otras en curso que se inician con el famoso caso de Dragacol, Refical, la venta de Isagen, su omisión y falta de vigilancia de un conglomerado económico dedicado a estafar a los ahorradores de buena fe como lo fue Iterbolsa, inspirador de cargas impositivas en contra de la clase media y trabajadora del país, queriendo ahora posar como salvador de la crisis por la que vive la nación, cuando es uno de los responsables de esa debacle social. Ver para creer.
Adenda dos: Se nos están yendo en silencio los grandes valores humanos, el fallecimiento del Dr. Amado Gutiérrez, ex consejero de Estado, litigante de verdad, deja un inmenso vacío en el campo jurídico en donde se destacó por su disciplina académica, inflexiblemente recto, estudioso y sustancialmente incapaz de doblez e hipocresía. Vivió su vida de acuerdo con la máxima romana, «sé fiel a lo mejor que hay en ti mismo», y a fe que así lo hizo, de allí que sus colegas abogados lo tuviéramos como una reserva moral, virtud en extinción en esta sociedad convulsionada.
Sus amigos lo recordaremos siempre reclamando su presencia en las tertulias del Parque Central Bavaria. Paz a su cofre.
