Opinion

‘Caín de América’

Por: Mario Arias Gómez

¡Como Santander traicionó a Bolívar!, ¡Duque traicionó a América!

No es retórica oposicionista que Colombia sea llamada en el hemisferio, Caín de América, producto del inesperado, perjuro comportamiento del subpresidente Duque, quien rompió -sin sonrojarse- la legendaria hermandad, unidad continental, al promover el nombramiento del Director del BID, tal como fresco hizo añicos el Acuerdo de Paz. Igual, al abandonar el tradicional manejo bipartidista de la política exterior, frente a EE.UU., al alinderarse con el destornillado, insufrible, paranoico peliteñido.

Al respecto, se requiere ser -dicho sin tapujos- un conchudo, desvergonzado caradura, como es el caso del delirante, patético fariseo en comento, que corrió -como si nada- a enviar al presidente Biden y a la vicepresidenta Harris -en el colmo de la desfachatez-, una distractora, insentida, alambicada, artificiosa, menesterosa felicitación, tratando de encubrir su participación en el dramático, estrepitoso descalabro del antropófago, tempestuoso sátrapa; pícaro -sin límite-, que trató al ahora exaltado, de ‘momia’, aliado al que le espera -como Al Capone- una fría mazmorra por fraude bancario y tributario.

Olvidó -también- su empeño -con sus ayayeros- porque el electo presidente fuera derrotado, para desearle luego, el muy mediocre caripelado: “los mejores éxitos en su gestión”, agregando -además- su: “disposición de trabajar conjuntamente con al nuevo Gobierno en los distintos esquemas de la agenda bilateral, en favor de ambas naciones: comercio, seguridad, medio ambiente, lucha contra el crimen trasnacional”.

Inverosímil, quimérico ofrecimiento. ¿Habrá alguien tan cándido, en la nueva administración, con ánimo de trabajar con tan refinado Judas? Pantomima que completó Marta Lucía Ramírez, ajada, desfachatada, mohosa arpía, que recordó la dinamitada, dilapidada -previamente- “relación siempre cordial con ese país que se mantendrá con el nuevo gobierno”. Soñar no cuesta nada.

Amnésica, despalomada, insolente, mendaz dupla de tartufos, que tardíamente recobraron la memoria, al acordarse que: «Colombia ha tenido y tendrá (¡Mamola!) siempre una relación bipartidista con los EEUU, basada en la identidad de valores democráticos, respeto a los DDHH, compromiso con la libre empresa, respeto a la propiedad privada, al estado de derecho. Dios bendiga a los Estados unidos de América«. Oso mayor, imposible.

Dijo alguien, sabiamente: “El bien que hacen los hombres desaparece con ellos.  El mal, en cambio, les sobrevive”. Letal lastre de la equivocada, errónea decisión del lacayo Presidente; casarse políticamente con Trump, que tendrá que arrastrarlo, inevitablemente, con sus consecuencias, y con el sol en las espaldas y sin paliativos, en lo que resta del interminable mandato, donde se encontrará con el obvio sentimiento vindicatorio de los triunfantes Demócratas.

Transcribo el ácido comentario del abogado, economista, investigador social (residente en EE.UU.) Luis Javier Mejía Maya, extrapolable a mi columna, C’est fini:

Mario, gracias por compartir tu escrito.

Notica al margen: La tradicional neutralidad colombiana que mencionas fue ignorada también durante la primera etapa del uribato. AUV la apostó toda en favor de un candidato republicano que también perdió las elecciones.

Eso tuvo una consecuencia importante y benéfica para Colombia. Los demócratas se la cobraron y se opusieron a la aspiración de AUV a un tercer período. De hecho, Obama se opuso, abiertamente, aunque diplomáticamente, de lo que quedó constancia en la rueda de prensa (filmada) conjunta de Obama y AUV, cuando una periodista colombiana les preguntó qué opinaban de las reelecciones: Calmada y razonada respuesta de Obama: ‘nosotros creemos que dos periodos son suficientes y nos ha funcionado muy bien’. Inolvidable salida de la ropa de AUV: Nosotros manejamos nuestros asuntos internos como nos dé la gana y no toleramos injerencia de ningún poder externo.

Poco después los magistrados de una de las altas cortes colombianas recuperaron los cojones que tenían embolatados y declararon inconstitucional el ‘articulito’ que sabemos. Algunos colegas externadistas sugieren que los magistrados recibieron ayuda terapéutica y mucho respaldo moral, (por no decir empujón brutal) de Hinestroza (y su equipo de influenciadores) y los gringos.

Esta última parte por desgracia no está documentada. Los colombianos son tan perezosos e inútiles que nunca escriben sus memorias de desquite y reclamación de méritos propios apropiados por enemigos, como sí lo hacen los gringos a la primera oportunidad. De esa manera sabemos mucho de lo que sucede tras puertas cerradas en EE. UU. y poco en Colombia.

Cordial saludo”.

¡No me diga más!, diría el imperecedero Berceo.

Con la llegada de Harris a la Vicepresidencia, se rehabilitan, visualizan los sensibles temas ambientales, los derechos de las minorías, el feminismo, la lucha contra el racismo, etcétera, despreciados, irrespetados, pisoteados por Trump.

Bogotá, D. C. 11 de noviembre 2020

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