Opinion

LOS EMPLEOS DEL FUTURO Parte II

Por: Juana Carolina Londoño – Abogada especialista en derecho comercial y legislación financiera y gerencia de entidades territoriales.  Trabajó como asesora jurídica del Instituto de Seguros Sociales, Central de Inversiones S. A., concejal de Manizales, representante a la Cámara, presidente de Fiducoldex y actualmente empresaria: Londoño Asociados.

En el artículo anterior planteaba algunas inquietudes de expertos sobre la implementación acelerada de la tecnología en el mundo laboral y hasta que punto los empleos manuales y convencionales podrían ser reemplazados por innovaciones. Si bien es cierto que el sector tecnológico genera oportunidades de aumentar la productividad, también requiere de un esfuerzo adicional de las empresas en implementar estrategias de sistematización en su cadena de producción y mayor cualificación del personal, y de esta manera participar en la revolución digital y evitar su obsolescencia en el tiempo.

En los últimos 20 años han sido múltiples los sectores productivos en donde las personas han sido reemplazadas por maquinas, disminuyendo de manera significativa el número de empleos, por ejemplo: los fotógrafos en los parques reemplazados por la nueva opción de los ‘selfies’ en los celulares; vigilantes de parqueaderos sustituidos por barras eléctricas; recepcionistas de pedidos y operadoras de taxis por aplicaciones virtuales; carteros, lectores de electricidad y aguas, ascensorista, entre otros empleos.

La tecnología, más que eliminar empleos, lo que hace es que los transforma de manera especializada. Debemos entender estos cambios para ajustarnos a las necesidades y a la evolución de los distintos sectores, a través de la capacitación.

En un futuro, los robots serían soportes necesarios en muchas profesiones, cumpliendo con un rol de utilidad que permitiría aumentar la productividad e incluso facilitar las labores de los empleados.  Sin embargo, quiero resaltar el hecho de que al facilitar las tareas del empleado, se corre el riesgo de que este empleo sea transformado e incluso reemplazado por estas nuevas tecnologías. Este escenario podría aplicar en una gran variedad de profesiones, y quisiera traer a colación unos cuantos ejemplos:  1) Los abogados podrían ser sustituidos por maquinas que generen soluciones e información en tiempo real con menores costos. Se sugiere entonces la combinación de formación en derecho y estudios con conocimientos en tecnología; 2) Chefs. Vemos hoy cocineros robots en países como Estados Unidos y China que servirán de apoyo en la labor; 3) Asistentes de servicio al cliente por chat-bots; 4) La medicina no será la excepción. Los robots servirán de apoyo en generar diagnostico, información y asistentes en procedimientos médicos. Incluso los robots ahora son de gran soporte en el campo de la cirugía; 5) Ejecutivos de call-center tendrán una función especializada de información donde los chat-bots podrán resolver en su mayoría las inquietudes de los clientes; y ya habrá tiempo de hablar de otros ejemplos como los agentes de viaje, traductores, conductores, corredores de bolsa y contadores.

Concluyo este documento recalcando la necesidad de entender la revolución tecnológica, y dirigir nuestra mirada, además de las carreras actuales, a nuevas profesiones ajustadas a las necesidades del mercado laboral a corto, mediano y largo plazo.  Los empleos del futuro de mayor impacto podrán verse en áreas de ingeniería informática, Robótica, desarrollo de Software, procesamiento de datos y tratamiento con big data, biotecnología y nanotecnología, entre otras; profesiones que permitirán estar a la vanguardia de nuevas realidades.

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