Opinion

‘Vergüenza ajena’

Por: Mario Arias Gómez

Expresión que aflora al conocer la acertada increpación del teórico social, Luis Javier Mejía, que transcribo literalmente: “He prestado particular atención a la manera como la ignorancia permea el pensamiento de las masas (que incluyen a las clases altas, medias y profesionales) y domina el discurso social”.

“La epidemia de convid-19 ha sido suelo fértil para el cultivo de la ignorancia. Le comparto este ejemplo: La vicepresidenta (a la que considero ‘celebrity’ rival de la muy vana e ignorante María Antonieta de Francia) ha dicho: “Hoy consagramos nuestro país a nuestra Señora de Fátima, elevando plegarias por Colombia para que nos ayude a frenar el avance de esta pandemia y que Dios mitigue el sufrimiento de los enfermos, el dolor de los que perdieron seres amados y nos permita repotenciar nuestra economía”.

Calculada, postiza, confesional invocación que en oneroso ‘talk show’ (tiempo triple A), duplica a las seis de la tarde, el subordinado Presidente; clon de la insoportable lechuza -dupla gobernante regida por la ambición- cuyo patológico autobombo, no esfuma las permanentes salidas en falso. Mostrencas burradas, la última de las cuales, la sacó del estadio, al tachar de ‘atenidos’, a quienes -dijo- lo esperan todo del desleído, deplorable gobierno; metida de pata excusada -como siempre- de ser ‘citada fuera de contexto’.

¡Ves cómo estamos Pedro y tú cortando orejas!  

Flaca es la memoria de quienes, faltos de rigurosidad, condescendientes, elegimos al empañado binomio, pobre de espíritu, cuya palpable impericia de Duque, el hambre de poder de la insaciable, oportunista guacamaya, deja mucho que desear. Codiciosa hiena, cuyo vacuo pasado -que no perdona- registra su paso por todas las toldas políticas habidas, asociada -siempre- a la jauría de políticos inútiles -perdón por la redundancia- conspirando -esta vez-, arteramente, por debajo de la mesa, en busca de opacar -enmascarada en las insentidas invocaciones- al mamarrachento, permisivo ‘sub-presidente’. De existir el ‘Nobel’ de la felonía, estaría fuera de concurso.

Solapada zopenca, codueña con su hija y enlodado esposo, Álvaro Rincón, de ‘Hitos Urbanos Limitada’, llamado por la Fiscalía a esclarecer -bajo juramento- la relación (non sancta) con Guillermo León Acevedo -conocido en el mundo del narcotráfico como ‘Memo Fantasma’-, con quien contrató -según InSight Crime- a través de su firma ‘El Ciprés’,, la construcción de la ‘Torre 85 P.H’ en Bogotá.

Destape paralelo a la presunta compraventa de votos efectuada por el Ñeñe’, en favor de Duque. Impúdica relación negada mirando -sin pestañear- la cámara, agregando imperturbable: “soy un hombre probo”, ignorando las fotos con él abrazado y un vídeo cantando: (https://www.youtube.com/watch?v=iHOhj-fjlAU). 

Indicios barridos debajo de la alfombra de Palacio. Trillada auto-absolución pregonada por los malandrines de cuello blanco, que validará -qué duda cabe-, el ‘entrañable Fiscal-amigo, tildado al unísono (Espectador, columnistas) de poco confiable. 

Canallesca, delirante, desatinada cúpula, falta de: superioridad moral; grandeza; liderazgo; sentido común, colectivo, de conocimiento de la realidad nacional, o que, conociéndola, le importa un culo. Peligro para la patria, insulto a la inteligencia, escupitajo a la cara de los colombianos.

Impresentables, insignificantes mediocridades, protuberantemente inútiles, carentes de decoro, independencia, talento; alegoría de oscurantismo; conjura contra el país; mímesis del despótico, maléfico, maquiavélico, patético progenitor político que los redimió; innombrable con patente de corso para hacer y deshacer. ‘Luminoso faro’ que, antes, durante, después, los manipula, premeditadamente. Enchufados palafreneros cabestreados de las ternillas, por este avasallante, ‘mítico caudillo’. Suicidas marionetas prestas a inmolarse; sacrificar su libertad, en aras de que salga ‘libre de polvo y paja’, de los cientos de procesos engavetados por las fechorías cometidas ‘a sus espaldas’.  

Imperecedero rebaño de kamikazes instrumentalizados, como Alicia Arango, que con total desfachatez aseguró que en la agonizante Colombia: “mueren más personas por robo de celulares que por defensores de los DH”. Títere que hace equipo con los bufones: ‘Pachito Santos’, atrapado en su desquiciada, proverbial incontinencia verbal, cogido ‘in franganti’ pintándole a la resucitada, silente canciller -aportante millonaria de la campaña-, el sombrío panorama del desteñido, exangüe Gobierno -para el olvido-: el Departamento de Estado, “inexistente”; al conserje Holmes, “sin estrategia”; min-defensa-Botero, “perezoso” compulsivo.    

Séquito de orates, incluido el truculento impostor, operador de las ‘judaditas’, expresión máxima de cinismo, ignorancia, insolencia; ‘sabio del régimen’ -al pie del mandatario, cualquiera lo es-; poseído rufián, lisonjeado con la degradada, deshonrada ‘Cruz de Boyacá’ y la anuencia de convertir el departamento del Huila, en su fundo privado; según fundada protesta de Omar Yepes, Director del otrora glorioso, sempiterno, influyente conservatismo, menospreciado, minimizado por Duque, para quien el partido cuenta entre cero y nada.

10/06/2020

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