Por: José Oscar González Hernández. Se desempeñó como Alcalde de Pensilvania, Diputado a la Asamblea de Caldas, Personero de Manizales.
Ya fuimos notificados por el señor Presidente que este confinamiento se prolonga hasta el 31 de mayo y a partir del primero de junio viene un desconfinamiento de cuenta de los Alcaldes Municipales para así, lentamente ir reactivando el comercio y esperamos que sean las medidas efectivas y saquemos cada uno de los colombianos la seguridad y fortaleza para auto protegernos. Debemos concientizarnos que debemos nosotros tomar las medidas sanitarias para protegernos nosotros, a nuestra familia y a la sociedad.
En estos tiempos de pandemia vuelve y juega el glorioso ejército de Colombia. Que hace un tiempo era una de las instituciones más queridas por el pueblo colombiano, pero desgraciadamente se dejó contaminar de no sabemos quién, que han utilizado a toda la institución para unos fines, creo yo políticos.
La revista Semana ha ido destapando unas perfilaciones de personas que por su actuar y opinar no han sido muy amigos del Jefe del Centro Democrático; ese es uno de los rasgos en común que tienen los perfilados y además otros tienen unas investigaciones periodísticas en donde aparece el ejército. El escándalo inicial se ha ido diluyendo poco a poco con el paso del tiempo y ahora aparece una contrainteligencia en el ejército llamada “bastón” y allí esto sí que ha traído preocupación a los Comandantes del ejército porque al parecer se filtraron documentos de seguridad a la prensa.
Para cualquier mortal lo anterior nos parece que es un manto de duda que están lanzando para poder encubrir las perfilaciones y poder seguir diciendo que lo anterior fue hecho por unas manzanas podridas de la institución. Hasta el momento las explicaciones del señor Ministro de Defensa y de la cúpula militar no han convencido; para la gran mayoría de los colombianos lo que se ha hecho allí es algo que va dentro de los genes de la institución y el cual es seguir a todo aquel que investigue o critique al gobierno de turno o al ejército.
El tiempo va pasando y con sólo llamar a calificar servicios a 11 generales, a un buen número de suboficiales indica que como dice el dicho popular pagan justos por pecadores. Siendo un neófito en estos temas de seguridad las justificaciones entregadas no convencen y existe casi la certeza que esas perfilaciones fueron autorizadas por el alto mando. Es bueno plantear una pregunta de ignorante: ¿Qué hizo el gobierno o los entes investigativos o cualquier institución del Estado con los informes que produjeron en base a las perfilaciones? No fue desechada, algún servicio prestó. Porqué, esa institución no preguntó cómo fue obtenida dicha colaboración y en qué forma. Pobre de nuestro ejército colombiano.
Un hecho positivo de todos estos padecimientos es que nos hemos dado cuenta que al interior de la institución existe un cáncer que todos los días corroe al ejército y sólo avivan este sentimiento los altos mandos militares. Qué bueno que entre ellos fumaran la pipa de la paz y dejaran de proyectar otros escenarios soñados por sus instigadores y se pusieran al servicio de la patria. Los miembros de dicha institución debieran recordar el lema de su institución: PATRIA, HONOR, LEALTAD. A mi modo de ver ninguno de los tres lemas lo están practicando. Por favor ¡R e s p é t e l o s!.
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