Por: José Oscar González Hernández. Se desempeñó como Alcalde de Pensilvania, Diputado a la Asamblea de Caldas, Personero de Manizales.
Como seguimos en cuarentena y a ustedes demás les ha pasado lo que a muchos de nosotros hoy, que estamos sobre informados del COVID – 19, el gobierno nacional nos está dando las puntadas que el 27 de abril, fecha en la cual se acaba la cuarentena decretada, va a ir soltando amarras con ciertos sectores productivos. Lo aterrador de este cuento, según los Epidemiólogos, que son los que saben de estas pandemias, sólo a mitad del mes de mayo estaríamos en el pico de los contagios. Mi pregunta es: que nos puede pasar si en esos días de pico alto hay una gran cantidad de personas deambulando en calles unas y trabajando otras? Muchos expertos aconsejan por redes que no es recomendable suspender la cuarentena, que esperemos unos días más, pero nos da por creer que el gobierno nacional no ha aguantado la presión de los gremios económicos y son estos los que están pidiendo que se reabran las compuertas de la cuarentena.
Con respecto a las medidas económicas tomadas o mejor, no tomadas por la Presidencia, siendo un lego en la materia macro económica y habiendo escuchado muchas opiniones de los expertos, le han pedido al gobierno que lo mejor es, o pedirle un préstamo al Banco Central, y retirar de las reservas internacionales del país la suma de US 10.000 millones para inyectárselos a la economía y así evitar el desempleo y reactivar económicamente a los sectores del país.
Para ponerle un poco de pimienta a esta anotación traigo a cuento la serie de televisión o televisión paga “La Casa de Papel” en donde atracan al banco central y se llevan una cantidad de Euros para que circulen por el mundo. Será que tocará recurrir a el “profesor” de la serie y nos ayude?
Otra decisión tomada por el gobierno, de las muchas, fue el Decreto Legislativo 568 por medio del cual se crea un impuesto solidario por el COVID-19 partir del 1º de mayo, por tres meses y son sujetos pasivos de este tributo los servidores públicos en los términos del artículo 123 de la Constitución Nacional que comprende a los miembros de las corporaciones públicas, los empleados y trabajadores del Estado y de sus entidades descentralizadas. El hecho generador de dicho impuesto solidario es el abono en cuenta de salarios y honorarios mensuales periódicos de $10’000.000 o más y mesadas pensionales de las mega pensiones de $10’000.000 o más; en el concepto de salario comprende: la asignación básica, gastos de representación, primas o bonificaciones o cualquier otro beneficio que reciban los servidores. En dicho concepto no está comprendido las prestaciones sociales, ni los beneficios salariales que se perciban semestral o anualmente.
El valor de dicho impuesto o el rango para el descuento va de las siguientes cifras: 15, 16, 17 y 20%. Igualmente, la norma deja el espacio para aquellos funcionarios o contratistas que quieran aportar en forma solidaria voluntaria a dicho proyecto. Los de $1’755.606 no aportan, de ahí en adelante hay topes que van desde el 4% al 13% que son los de $10’000.000.
Sabemos que, en tiempo de guerra, como dice el dicho popular, cualquier hueco es trinchera; pero a cualquier empleado este va a hacer un golpe duro a sus arcas. No se nos olvide que, a más sueldo, mayores compromisos económicos con su nómina. Una persona que aporte al impuesto el 17%, más la retención en la fuente que puede ser de un 10% de sus salarios como mínimo, más el aporte para fondo de solidaridad en salud, más 4% para salud, aquí tenemos un porcentaje de descuentos muy alto, sin contar las libranzas con el banco o con el Icetex, o con la universidad o para su vivienda.
Con este impuesto uno de los que debe estar feliz es el Ministro Carrasquilla, que se hizo regañar del Presidente por hablar de una reforma tributaria, pero por el otro lado hace una mini reforma tributaria con este impuesto, porque la plata la giran a una subcuenta del Ministerio y no a un fondo.
Creo yo que todos debemos aportar, pero bueno, doctores tiene la santa madre iglesia. Y una pregunta final: que tal que este impuesto la Corte Constitucional lo declara inexequible?
Ante todo, este caos informativo me encontré con un columnista Bogotano que transcribió la “Oración de la serenidad” que dice: “Señor concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que sí puedo y sabiduría para entender su diferencia. Amén”.
