Opinion

La vulnerabilidad de nuestros pueblos

Por: Alejandro Loaiza Salazar – Enlace Congreso de la República. Oriundo de Samaná, con estudios en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia.

En este punto no sé quien pude ser mas irresponsable, si el Presidente de la República con la evidente falta de decisión y autoridad frente a medidas radicales que salvaguarden la vida de los colombianos, o quienes hoy se atreven a viajar desde las ciudades a nuestros pueblos como si estos días fueran de vacaciones.

Frente al Presidente, vale la pena decir que ya bastantes críticas a generado y no pocos son los que se han encargado de ello, inclusive el mismo Álvaro Uribe se ha inquietado por la negativa del gobierno de declarar el país en Cuarentena.

Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado a todos los países un confinamiento inmediato de sus habitantes por la gravedad del contagio y sus consecuencias fatales, la Vicepresidenta y la Ministra de Interior, recomendaban levantar los toques de queda y seguir la cotidianidad de la vida. Se atreven a decir que Colombia ha seguido la misma cadena de decisiones de países como Alemania, quien de lejos no solo tiene un sistema de salud muy superior al colombiano, sino uno de los desarrollos farmacéuticos más importante del mundo, sin contar con el estricto rigor en los filtros de los pasajeros que llegan a los aeropuertos, entendiendo estos espacios como el mayor punto de entrada del virus a un país.

Pero a falta de medidas, decide el Presidente declarar el Estado de Emergencia, de seguro insuficiente y ante-sala a la declaratoria del Estado de Conmoción, pues sin un congreso en capacidad de sesionar y poder hacer las modificaciones de ley necesarias para estos días, tendrá que hacer uso de esta posibilidad.

Y aun así con todo y el estado de emergencia, su primer decreto es un saludo a la bandera, que pretendió dejar sin efecto las medidas de las autoridades locales, fue un decreto lleno de vicios de ley y además que no decía cosa diferente que lo contemplado por la constitución, que el Presidente es el jefe de Estado. Es decir, un decreto para decir que él es el que manda. Fue triste, pues tuvo más acogida el liderazgo de la alcaldesa de Bogotá, a la cual se sumaron más de 5 Gobernadores en su decisión por hacer un simulacro de cuarentena, que el Presidente con todos y sus bríos.

Y es sobre esta última medida, en la que se reitera la irresponsabilidad, torpeza e ignorancia de nuestros compatriotas. Según la OMS 4 de cada 5 infectados por el COVID_19, fueron contagiados por una persona asintomática, es decir, un X sin síntomas, pero portador del Coronavirus, contagio a un Y, pero además esta misma organización afirma que un solo contagiado puede trasmitir el virus a por lo menos 6 personas antes de que se le detecte la enfermedad.

A raíz de la declaratoria de simulacro de cuarentena, (medida que seguramente se va a tomar en pocos días y ya no como simulacro, sino como contención a la Pandemia) miles de ciudadanos, especialmente de Bogotá, pero también de otras ciudades capitales, decidieron trasladarse a sus pueblos de origen o arraigo para pasar estos días de confinamiento. No saben ellos que pueden ser portadores del COVID_19, e ignoran además las consecuencias de esta enfermedad en nuestros pueblos.

Si ya de por si en una ciudad resultara difícil atender los miles de casos que se han previsto pudieran llegar (Solo por poner un ejemplo, en Bérgamo Italia, las clínicas han decidido establecer lo que se conoce como medicina de Guerra, allí solo se atienden los casos que tienen posibilidades de salvarse, desatendiendo y ahorrando insumos en pacientes con alta gravedad o mayores de 70 años), se imaginan que esta epidemia llegara a uno de nuestros pueblos, en donde nuestros ancianos no solo están en alta condición de vulnerabilidad, sino que se suman todas las barreras que se tienen para remitir un paciente, incluso en días de baja intensidad clínica.

No saben las personas la alta probabilidad que existe de contagiar a nuestros padres y abuelos, pues quienes hoy estamos en las ciudades, no solo estamos más expuestos al virus, sino que lo podemos contraer sin ni siquiera darnos cuenta, y en cambio si trasmitirlo a nuestros mayores en la provincia, donde difícilmente encontramos un respirador mecánico o una Unidad de Cuidado Intensivo.

Preferimos asumir esta situación como una oportunidad de descanso a salvaguardar la vida de los nuestros.

Twitter: @AlejandroLSFD

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