Por: Alejandro Loaiza Salazar – Enlace Congreso de la República. Oriundo de Samaná, con estudios en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia.
El Próximo lunes 16 de marzo se instalan nuevamente las sesiones ordinarias en el Congreso de la Republica y con ello espera el Gobierno radicar los proyectos que según ellos serán fundamentales para el cumplimiento de lo prometido.
Sin embargo, varios son los puntos que además de la impopularidad del Presidente le jugaran en contra en su lucha por lograr levantar su imagen y propiciar un cambio de poder favorable a su partido de cara a las próximas elecciones presidenciales.
El primero de ellos y el más inmediato, el inminente impacto recesivo en las economías generado por el COVID_19, como consecuencia de ello hoy tenemos un dólar a casi 4.000 pesos, y según algunos expertos podría llegar hasta los límites de los 6.000 pesos; El barril de Petróleo a 31 Dólares y cerrando en los mercados internacionales con cotizaciones a la baja, además del seguro estancamiento económico que provocaran las cientos de cuarentenas que se generaran en el país, si es que se quiere evitar un contagio mayor.
Es decir, no habrá el suficiente dinero para que el Gobierno pueda hacer las inversiones en el segundo semestre del año y su respectivo coletazo para el 2021, año en el que iniciaran las precampañas presidenciales con un solo tema en común entre los candidatos que quieran ganar, el mal gobierno.
Pero sumado a esto y políticamente hablando, no es posible medir el impacto de los cambios en el gabinete de Duque, los cuales se hicieron con miras a reconfigurar las mayorías legislativas a su favor. Basta con decir que, en el pasado encuentro del Partido de la U, el cual conto con la asistencia del Ministro de Trabajo Ángel Custodio Cabrera, el cual en teoría representa a esta colectividad, de 14 Senadores escasamente asistieron 3 de ellos, un claro mensaje del desinterés de no solo estos senadores, sino de la gran mayoría, por copiarle al gobierno en las que serán sus prioridades legislativas.
Además de lo anterior, el terrible efecto de la “Ñeñepolitica” sobre la imagen del gobierno, tal vez judicialmente no pase nada, sin embargo, su efecto sobre la credibilidad del presidente y toda una agenda para contrarrestar los titulares en medios, ocuparan una gran porción del tiempo de sus alfiles políticos, y con ello el esperado desgaste.
A más de dos años de elecciones, parece que el Gobierno se está jugando sus restos.
Finalmente, el próximo 15 de marzo se cierra lo que el gobierno ha llamado como “El Gran Dialogo Nacional”, jornada de trabajo que se implementó en aras de contrarrestar las marchas estudiantes de finales del año pasado. Con seguridad no se logrará ningún efecto práctico después de esta larga jornada, pero en cambio sí será un insumo para demostrar la incapacidad por resolver muchas de las peticiones ciudadanas en el país, y tal vez, pasado el pico de la Pandemia se reactiven las manifestaciones sociales, menguando aún más la imagen política del uribismo.
Tal vez algunos suponían que la llegada del Covid_19, más conocido como el Coronavirus, podría ser una cortina ante tanto ruido en contra del establecimiento, pero sus efectos serán desastrosos sobre nuestra economía, no hay forma de que un país como Colombia salga avante de una crisis como esta, así que en el futuro inmediato el manejo de esta situación recaerá en plena campaña sobre el actual Gobierno, y ya sabemos cómo manejan las cosas.
