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TINTIANDO CON VALENTÍN SIERRA

12 noviembre 2019

Por: Natalia López Arboleda – Politóloga UAM

Valentín Sierra Arias es Politólogo y Economista en Saint John’s University (Minnesota, Estados Unidos). Magister en Políticas Públicas en la Universidad de Harvard, Magister en Economía Internacional y Finanzas Universidad Johns Hopkins, sede Washington D.C. Expresidente de la Asociación de colombianos en Harvard University. Ha recibido distinciones como la Orden de la Democracia Simón Bolívar 2019, Valientes RCN 2019 y Programa Colombianos Estrella 2019

La trayectoria que ha realizado en los últimos años le ha permitido identificar las necesidades que Caldas vive en la actualidad. Su regreso a Colombia y al departamento sugiere un compromiso serio.

1. Según su experiencia ¿Cuáles serían los tres pilares fundamentales del liderazgo juvenil?

Aprendí a tener mucho arraigo por mi tierra gracias a la gente buena y trabajadora de la plaza de mercado de Manizales, de donde provengo. Por eso regresé a Caldas después de terminar mi carrera y dos maestrías en Estados Unidos, con la misión principal de orientar y empoderar a los jóvenes a través de charlas motivacionales. Gracias al liderazgo con propósito social, sirviéndole con gusto a mi comunidad, pude lograr todos mis sueños académicos e incluso ser presidente de la Asociación de Colombianos en Harvard. Si yo pude llegar a la cima académica pese a las dificultades económicas y después de perder a mi madre cuando tenía 11 años, cualquier caldense puede lograr todos sus sueños.

Hay un gran déficit de líderes éticos, empáticos y efectivos en el mundo caótico y polarizado de hoy. Por este motivo, las grandes universidades del mundo como Harvard, Johns Hopkins y Saint John’s University quieren atraer y becar a estudiantes con vocación de servicio comunitario que busquen el desarrollo de las regiones de donde provienen.

Identifiqué esas oportunidades y gracias a mi recorrido en el liderazgo, pude estudiar en Harvard y estas otras grandes instituciones a pesar de haber crecido sin muchos recursos económicos en la comuna San José de Manizales, donde hice toda la primaria y bachillerato en un colegio público de la ciudad.

De manera tal que los pilares fundamentales del liderazgo juvenil, para servirle a nuestra comunidad con efectividad -mientras nos ponemos en el radar de las oportunidades educativas- son el dinamismo en lo extracurricular, la curiosidad intelectual permanente, y el amor por nuestro país. Efectivamente, como dice nuestro gobernador electo y gran amigo Luis Carlos Velásquez, “somos del tamaño de nuestros sueños,” sobre todo en lo académico.    

2. De acuerdo con sus capacidades ¿Cuál es el compromiso que desea adquirir con el departamento?

Regreso al país con un mayor compromiso social, ya que ahora cuento con las herramientas técnicas para la formulación y evaluación de políticas públicas que velen por el desarrollo regional sostenible mientras se promueven mejores sistemas de educación, salud, ciencia y tecnología, por mencionar sólo algunos de los ejes temáticos de un buen gobierno. Admiro lo hecho bajo el mandato del gobernador Guido Echeverri ya que se ha cumplido con el 93% de las metas trazadas en el Plan Departamental de Desarrollo y Caldas pasó a ser uno de los cinco mejores departamentos en cuanto a transparencia y lucha contra la corrupción. Seguiremos en buenas manos y creo que el futuro le depara a Caldas más desarrollo y prosperidad a través de los ambiciosos planes de infraestructura e internacionalización del gobernador electo Luis Carlos Velásquez. Estoy dispuesto a ayudarle a Luis Carlos en cualquier capacidad e instancia para hacer realidad su visión de Caldas, desde el desarrollo de infraestructura para la conectividad y la diversificación de la economía del departamento, hasta hacerle frente con cooperativismo al déficit de la región en materia de vivienda y turismo, generando mayores oportunidades para todos los caldenses.

3. ¿Qué significa ser joven colombiano estudiante en Harvard?

Es un privilegio y una enorme responsabilidad graduarse de la universidad que ha formado a más de 40 ganadores del premio Nobel, 35 presidentes a nivel mundial, y a reconocidos empresarios como Bill Gates y Michael Bloomberg. El camino no fue fácil: No pasé la primera vez que apliqué a Harvard y tuve que esforzarme bastante para conseguir becas y otras oportunidades en Estados Unidos. Naturalmente me siento orgulloso de haber logrado un objetivo que me tracé desde niño, pero mi mayor satisfacción es poder inspirar a los jóvenes caldenses a luchar por sus sueños.     

4. ¿Cuál es el impacto de acceder a la educación por meritocracia?

Uno de los grandes retos de la economía colombiana es reactivar la productividad y la innovación, para que podamos generar mejores ingresos para todos. En este proceso será vital contar con trabajadores competitivos y de formación integral, preparados en instituciones educativas de alta calidad. Más que garantizar la meritocracia en la educación, lo cual supone que no hay suficientes cupos, debemos procurar fortalecer todo nuestro sistema educativo para que ningún niño se quede por fuera del camino de las oportunidades y pueda alcanzar todo su potencial productivo e innovador.  

5. Entendemos la importancia del liderazgo y de “levantar la mano” como uno de sus slogans, pero ¿Cuál podría ser la estrategia adecuada para que los jóvenes de Caldas asuman compromisos con la región y consigo mismos?

En 1961, John F. Kennedy dijo a sus compatriotas en pleno discurso de posesión como presidente de Estados Unidos “No preguntes lo que tu país puede hacer por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por tu país”. Creo que los jóvenes – a los 32 años de edad aún me considero parte de este grupo (risas) – debemos saber que el progreso real es el progreso mental.

Por lo anterior, creo que nuestro mínimo compromiso con Colombia es empezar a cambiar nuestro chip y desarrollar una vocación de servicio. Podemos, por ejemplo, empoderar a las personas que nos rodean con conocimiento, herramientas y oportunidades, teniendo la plena convicción que este ejercicio elemental de liderazgo y mentoría, creará un ciclo virtuoso de colaboración en nuestra sociedad.

Las bendiciones llegan solas cuando tenemos una mentalidad proactiva, una actitud de servicio, y un espíritu resiliente. Veamos en el liderazgo con propósito social un compromiso fundamental no sólo para dejarle un mejor mundo a nuestros hijos, sino también para desarrollar empatía, comunicación asertiva y la habilidad de trabajar en equipo – capacidades vitales para el éxito laboral continuo.

Por último, diría que debemos levantar la mano también para aprender inglés, ya que los líderes juveniles y emprendedores en Colombia que manejan este idioma, tienen exponencialmente más acceso a becas y subsidios para hacer sus estudios en prestigiosas universidades del exterior.     

6. Finalmente ¿Cómo traer todo el conocimiento adquirido en el exterior para el beneficio del departamento?

En Estados Unidos pude aprender sobre gestión de proyectos, y las tendencias que en el mundo están dictaminando el impacto de las políticas públicas. Trabajé como analista en Washington D.C. en proyectos de consultoría sobre mejores prácticas gubernamentales en Norteamérica, Europa y Asia. En las universidades donde me formé también afiancé mi gusto por el análisis cuantitativo y predictivo, siempre intentando aplicar lo aprendido al contexto de las problemáticas de Colombia.

Vuelvo a Caldas porque los talentosos jóvenes que nos gobernarán a partir de enero de 2020, tienen una oportunidad única de potenciar el progreso del departamento y de cerrar brechas sociales históricas a través de programas gubernamentales bien articulados e informados. El reto para el gobernador y las entidades vinculadas, será planear nuestro desarrollo a futuro escuchando juiciosamente las necesidades de los caldenses y haciendo seguimiento metódico a cada compromiso con destreza, integridad y transparencia.

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