Opinion

“EL ARTE DE VENCER SE APRENDE EN LAS DERROTAS”. Simón Bolívar.

Por: José Oscar González Hernández. Se desempeñó como Alcalde de Pensilvania, Diputado a la Asamblea de Caldas, Personero de Manizales.

03 octubre 2019

En una crónica del periodista don Juan Gossain A. nos hace una radiografía de los delitos en Colombia. Nos cuenta que de cada 100 delitos sólo se castigan 6 y de esos seis hay que descontar a los que les dan casa por cárcel, a los que se les vencen los términos y todos aquellos que se valen de triquiñuelas para evadir la acción de la justicia. Tenemos que concluir que en nuestro país no hay justicia.

Estamos todos rodeados por la corrupción. Escuchamos a muchos candidatos que han escogido dicho tema para sus campañas, pero cada día los hechos superan la realidad. Hace unos días reseñábamos una radiografía de funcionarios del Inpec en el tema carcelario. En días anteriores fuimos sorprendidos con la información que la ex senadora Aída Merlano se había fugado del Buen Pastor cuando era atendida en una cita odontológica. Esa fuga fue algo muy bien planeado y que muy seguramente contó con la asesoría de mucha gente, de dentro y fuera del penal. Según lo que nos cuentan los informes periodísticos fue algo milimétricamente planificado.

La anterior fuga nos ratifica una vez más que estamos hasta la coronilla con toda la corrupción que crece a la sombra del Estado. Con tristeza debemos concluir que dicho mal cada día crece y el ciudadano del común no ve que el Estado esté tomando las medidas urgentes para ir erradicando dicho mal del colectivo ciudadano.

Ya el sentimiento de corrupción nos ha invadido tanto a nosotros que cuando uno le cuenta a un amigo que va a aspirar a un cargo cualquiera de representación popular, sin empacho le dicen a uno que como le irá a ir de bien en el tema económico, insinuando muy sutilmente que llegará al cargo a serruchar. Y en el fondo el ciudadano del común tiene mucha razón. Hemos visto personas que ejercen o ejercieron un cargo en la administración, sea municipal, departamental o nacional, de una solvencia económica modesta y al retirarse del cargo cambia en forma drástica su nivel económico de la noche a la mañana y nadie investiga. Recordemos al señor de la Aduana en Buenaventura que con unos ingresos buenos, su hija se daba la gran vida en Miami, a costa de sus padres, o mejor a costa de los colombianos, del dinero que sus padres le enviaban.

El tema de la corrupción la debemos enfrentar todos los ciudadanos. Se debe canalizar una gran cruzada desde la presidencia de la república hasta el ciudadano del común; nos están quitando los recursos para tantas obras y programas necesarios para la comunidad y a veces nosotros con la indiferencia estamos mandando un mal mensaje a los ciudadanos.

Lo mejor es no seguir quejándonos; enfrentemos este flagelo y no seamos indiferentes a lo que está sucediendo a nuestro alrededor.

Lo más visto

Subir