Opinion

‘La justicia es ciega’

Por: Mario Arias Gómez

21 agosto 2019

Hipérbole que complementa: ‘La ley está por encima del individuo’. ‘La justicia es igual para todos, y para que lo sea, no mira las personas, inquiere los hechos’. La expresión: “Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”, exhorta preventivamente a quienes trasiegan campos minados, de los que casi siempre salen indemnes, hasta que finalmente, se rompe el cántaro. Símil referido al inédito auto de llamamiento a indagatoria (art. 186 CP), al expresidente Uribe Vélez, por parte de la CSJ, proferido por el magistrado Cesar Augusto Reyes, largamente diferido por la serie de casuísticos recursos, impetrados por la defensa, incluida la negada solicitud de excluir del material probatorio, las más de once mil escuchas que por “error” le hicieron, como la desestimada petición de nulidad del sumario.

Esto, apoyado en que: “la práctica de pruebas, estuvieron ajustadas a la legalidad, sin hallar arbitrariedad, extralimitación, ni desafuero alguno del magistrado que las ordenó, sino que -contrario- se realizaron mediante práctica probatoria lícita, legal”. ‘Roma locuta, causa finita’ (Roma habló, caso cerrado).

Independientemente de su identidad, dinero, poder, fanfarronería -“no le tengo miedo sino a Dios”-, Uribe deberá explicar -contra su voluntad-, como responder por los presuntos: Fraude procesal, soborno, manipulación de testigos; calvario que se repetirá, tomado en cuenta los 270 procesos amarrados a su espalda, entre los más graves: Las espeluznantes masacres, del Aro, La Granja; los escalofriantes ‘falsos positivos’; los 483 asesinatos sobrevenidos durante su gestión como gobernador, compilados por el ‘granuja’, ‘ave de mal agüero’, Gustavo Bolívar, al decir de los tragicómicos  cortesanos -con rodilleras-, imperturbable ejército pretoriano.

Con pasmosa desfachatez, estos caraduras rejuran que el autocrático, intocable y temido “prócer, no ha hecho más que querer a Colombia; servirla, defender la democracia, a sus compatriotas, a los que les quedó grande entender su ‘patriotismo’, ‘dignidad, ‘merecedor -como ninguno- de todos los ‘reconocimientos’, ‘honores’, cuya ‘inocencia’, ‘probidad’, prevalecerán.  

Los fascistas italianos, en circunstancia similar decían: “Mussolini siempre tiene la razón”.

Indagatoria que no comprende los alcances de la ‘angelical’ relación con los malignos: Salvador Arana -condenado por homicidio del alcalde de ‘El Roble’, premiado con la embajada chilena; Jorge Noguera, ‘buen muchacho’, exdirector del DAS, inculpado por su proximidad con los paramilitares que ajusticiaron al profesor, Eduardo Correa, complacido con el consulado en Milán; la ‘Coneja’ Hurtado (dócil sucesora), procesada por las chuzadas a la Corte, periodistas, opositores; los ‘probos’ generales, Santoyo, Buitrago, exjefes de la Casa Militar; los obsecuentes exministros Palacio, Pretel, secretario, Velásquez, calanchines penados por la Yidis-política que zanjó la reelección.   

Lista negra, que completarla, con los cómplices -por acción, omisión o, simplemente, por pánico- me haría interminable.

El refrán: “Vaca ladrona no olvida portillo”, acentúa, enfatiza la trascendencia de los antecedentes, que interesan para valorar las conductas, comportes de las personas, a lo que cabría preguntar: El presidente Duque, habrá desempolvado la hemeroteca familiar, en que todavía niño, su tocayo-padre (gobernador), se quejaba ante su jefe Turbay, sobre los escandalosos hechos que surcaban su jurisdicción, relacionados con el joven ‘Varito’ (29 años), siendo director de la Aeronáutica (1981), y Cesar -el ‘Bandí’- Villegas, (relacionista de la mafia), su  jefe de planeación (mano derecha), implicado con las licencias para los aeropuertos -Frontino, Amalfi, Urrao, Caucasia, hacienda ‘El 90’, de Jaime Cardona, beneficiario (también) de la patente Medellín-Turbo, ‘personaje’ con antecedentes por narcotráfico desde 1977,  ‘hombre de bien’ (para Uribe, requerido por el presidente Turbay); ‘joyita’ (Villegas), condenado por enriquecimiento ilícito, lavado de activos, narcotráfico, baleado (marzo 04/2002), un día antes al encuentro en la Embajada Americana, para desvelar su historial vitalicio.  

‘Cromos’ publicó entonces un reportaje relacionado con los precitados vínculos de la mafia con empresarios, funcionarios y políticos, adjunta a la leyenda que precedía a la imberbe promesa del Ubérrimo: “Medellín (declaró Duque-padre) era una ciudad decente que Yo no gobernaba, sino los 30 narcotraficantes que, en cada esquina, rociaban plomo y andaban en sus Toyotas, como Pedro por su casa, a pesar de estar pedidos en extradición”.

La cita, probablemente más conocida del español, George Santayana (1863-1952), filósofo, ensayista, poeta, reza: “Aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo”, inmortalizada, perennizada en mármol, entronizada en el campo de concentración Auschwitz.

“No olvidar” -para terminar-  no significa guardar rencor por siempre, sino ser consciente de lo sucedido, a efecto de no repetirlo. “Perdono, pero no olvido”, es otra locución, mal entendida, cuando dicho precepto conlleva cierto rencor -especie de tregua temporal- que nunca será sano.

Agosto 21 de 2019

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