Por: José Oscar González Hernández. Se desempeñó como Alcalde de Pensilvania, Diputado a la Asamblea de Caldas, Personero de Manizales.
15 agosto 2019
En la semana pasada se produjo un fallo histórico, laudo arbitral, sobre la ruta del sol que tanto ha influido en nuestra historia reciente. Cabe recordar que los integrantes o partes en este laudo son: La ANI, Odebrecht con sus socios colombianos, entre ellos el grupo Aval de Sarmiento Angulo y hasta la Procuraduría. Hay que mirar que las pretensiones de la Ruta del Sol era una cantidad muy grande en pesos y lo reconocido por el Tribunal fue mucho menor.
La plaza la calentó la señora Ministra del Transporte, quien una semana antes de salir el fallo se reunió a tranzar con los bancos que financiaron el proyecto Ruta del Sol, entre ellos varios del grupo Aval, para reconocerles la bicoca de 1.2 billones de pesos aduciendo que ellos, los bancos, eran terceros de buena fe. Ahí fue troya. Todo el tejido social no protegido por los dueños de los bancos colombianos se unieron a oponerse a dicho acuerdo, y además a pedir la cabeza de la ministra, porque consideraban que allí había un detrimento patrimonial inmenso. Nosotros no entendimos porque razón la Ministra se estaba anticipando al tribunal. Menos mal las alertas funcionaron.
Muchos opinadores le solicitaron a la ministra su renuncia, desempolvando una asesoría que la ministra había tenido con el banco de occidente y como cosa rara, en este gobierno, a funcionario público que le pidan la renuncia por conflictos de interés, lo único que se hace es atornillarlo en el puesto. No sabemos si es el Presidente Duque o alguien más el que ordena, pero lo cierto es que no se cae.
El laudo arbitral ordena reconocerle a los concesionarios de la Ruta del Sol la suma de $211.000 millones. Si comparamos esta cifra con lo que aspiraba reconocerles la ministra vemos que son casi 6 veces menos. Las dificultades que quieren hacer ver los no contentos con este fallo, los bancos afectados y varios sectores políticos, aducen que lo anterior es un duro golpe para el sistema financiero y un riesgo para el desarrollo del país. Por su parte la Asobancaria, que agrupa a los bancos colombianos, en su comunicado pide que para el país es más importante salvaguardar la seguridad jurídica que garantice a los inversionistas. Piensan además en este gremio bancario que el fallo ocasionará que se disminuyan las inversiones. Que además se puede presentar una pereza para financiar proyectos de infraestructura. A mi modo de ver ha sido tanto el descaro de los bancos que han dicho que la plata que el estado no les pagó con el fallo son la plata de los ahorradores. Me hace recordar esta posición de los bancos cuando en 1998 el gobierno de Andrés Pastrana creo el impuesto temporal del 4 por mil con la destinación específica que era para salvar el sistema financiero colombiano. Lo salvamos, pero hoy cuando liquidan varios billones en sus utilidades nunca se acuerdan que hoy están produciendo por nosotros los colombianos. Lo ancho para el sistema financiero y lo angosto para el pueblo colombiano.
Los bancos le entregaron a Odebrecht y sus socios casi el 99% de los préstamos al inicio de la obra y no sujetaron los desembolsos al desarrollo del proyecto. Esto es una falla administrativa.
Gracias que la propuesta de la ministra de regalar 1.2 billones de pesos no se cristalizó y de pronto estamos entrando en la senda que en Colombia la corrupción no paga. Ojalá.
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