Opinion

“LA RIQUEZA CONSISTE MUCHO MÁS EN EL DISFRUTE QUE EN LA POSESIÓN” Aristóteles.

Por: José Oscar González Hernández. Se desempeñó como Alcalde de Pensilvania, Diputado a la Asamblea de Caldas, Personero de Manizales.

04 julio 2019

A lo largo de nuestra vida diaria tenemos unas comodidades necesarias que las hemos usada desde que tenemos conocimiento de la vida; y muchas veces, o la mayoría, nunca nos hemos preguntado por el origen, quien las creó y mucho menos como era el desarrollo de la vida cotidiana sin ese artefacto. Para la muestra un botón: el inodoro.

Miremos la historia de este artefacto tan útil como necesario. Su pasado se remonta a Creta hace más de 4.000 años y nos dicen que allí existía un inodoro muy parecido al que tenemos hoy en día. En la Roma del Siglo I se hicieron aparatos para descargar la vejiga llamados “columnas mingitorias”. Ya el retrete moderno aparece más o menos en 1597 cuando John Harington escribió un artículo describiendo el funcionamiento de un wáter closet de válvula. Se llamó “inodoro” que significa que no tiene olor y fue instalado en el palacio de Richmond, para su majestad; y para poder ser real debía estar a la altura de la reina y por eso se construyó como si fuera un trono.

Pensemos en todas las mejoras que ha tenido desde su invención y nos encontramos con los suntuosos aparatos que los topamos hoy en varias casas y clubes sociales.

El objeto de esta introducción radica en que tanto hablamos hoy del cambio climático y además nos dicen que las guerras del futuro serán por agua; últimamente existe una preocupación que cuando una persona usa el sanitario para aguas menores y descarga el sistema hidráulico, allí primero descarga agua tratada y segundo, no compensa soltar 4 o seis litros de agua pura para evacuar 300 o 400 cms cúbicos de desechos. Lo anterior obliga a que los estudiosos del tema sanitario vayan ideando otras formas de sanitarios, sin uso de agua.

Comparto esa preocupación de los beneficiados del tema, pero la batalla por el cambio climático la debemos librar todos los ciudadanos.

Por lo anterior es que no alcanzamos a entender las posiciones del gobierno central, cuando nos cobra a los consumidores de las bolsas plásticos, especialmente en los supermercados de grandes superficies, y nos cobran un impuesto por su uso y seguidamente, a los pocos días da el visto bueno para que se aplique en el país la metodología del fracking para la exploración petrolera. Como otra paradoja que hemos vivido con respecto a la guerra al plástico ocurrió el Miércoles anterior, día en que se celebraba “el no uso de bolsa plástica” y por mis necesidades de consumidor visité ese día a dos supermercados y en ambos estaban despachando sus mercancías en bolsa plástica. Ni siquiera en su día nos eximimos del uso de la bolsa.

A propósito, fuera bueno que el Gobierno o el ministerio respectivo nos contaran el destino de dicho recaudo y en que se están gastando dichos recursos. En el día del “no plástico” en los noticieros nacionales no les abrieron los micrófonos a nadie para que hiciera un llamado para restringir el uso del plástico. Da la impresión que las autoridades han implementado unas medidas como para estar a tono con el mundo social, pero no están de frente y comprometidos con ciertos factores que desestabilizan el clima del planeta.

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