Por: El Tábano.
Páginas gloriosas escribió el Partido Liberal en Caldas con hombres ilustres y líderes que brillaban con luz propia en el concierto nacional como Alberto Mendoza Hoyos, Otto Morales Benítez, Víctor Renán Barco, entre otros.
De aquello poco queda. Las épocas del liberalismo aguerrido y batallador son cosas del pasado. Tal vez aún no se sobreponen de la grave crisis del período 2006-2010 cuando todos sus renglones de la lista a la Cámara de Representantes terminaron en la cárcel y su último gran dirigente, Víctor Renán Barco, falleció.
Hoy el Partido Liberal en Caldas perdió su vocación de poder, aunque cuente con un senador, un representante a la cámara y tres diputados a la asamblea departamental.
El panorama del liberalismo para las elecciones de alcaldías el 27 de octubre de 2019, no es nada alentador. Solo tendrá candidatos propios en Palestina, Aguadas, Victoria, Norcasia, La Merced, Marmato y Filadelfia. En ninguno de los municipios de primer orden departamental como Manizales, La Dorada, Chinchiná, Anserma, Villamaría, Riosucio y Salamina habrá candidato liberal puro. El dolor de pueblos liberales como La Dorada y Supía es inmenso. Allí se coavalará a candidatos de sectores políticos que toda la vida han sido sus contrincantes
En materia de gobernación, desde 2007 un liberal no ocupa el primer cargo departamental, o sea hace 12 años. El último fue Mario Aristizábal Muñoz quien hoy milita en las huestes del Partido Cambio Radical. Ahora, el liberalismo sale a apoyar al candidato del uribismo, ese mismo sector político de fundamentalistas y sectarios que siempre los ha tildado de bandidos y ladrones, y que alguna vez juraron no descansar hasta derrotarlos. Nunca veremos a la encopetada de Adriana Gutiérrez compartiendo tarima con el desgualetado de Mario Castaño.
Internamente, aunque digan lo contrario, la división es evidente. El joven congresista José Luis Correa y el avezado diputado Oscar Alonso Vargas, se niegan a aceptar la disciplina de perros impuesta por el senador Mario Castaño, y menos a acatar sus directrices en materia de candidaturas.
Lo de La Dorada es vergonzoso. No existe palabra para describir la mamada de gallo que sufrieron ocho ingenuos precandidatos que prestaron su nombre para hacer el ridículo como precandidatos a la alcaldía y de la noche a la mañana, el jefe, sin el mínimo respeto ni contemplación, hizo un acuerdo con otros sectores políticos y los dejó fuera del juego. La desmotivación de las tropas rojas es total.
El Partido Liberal en Caldas perdió verraquera, olvidó su esencia y renunció a su vocación de poder para conformarse con las boronas que caen de la mesa de su nuevo amo, el Centro Democrático.
Bogotá, 26 de junio del 2019.
