05 enero 2019
La 64 Temporada Taurina de Manizales rinde homenaje a Ernesto Gutiérrez Arango en el primer natalicio de su nacimiento.
Muchos, especialmente las nuevas generaciones, se preguntarán, quién fue Ernesto Gutiérrez Arango. Por ello traemos una publicación del periódico El Tiempo el 24 de marzo de 1997, un día después de su fallecimiento.
Ernesto Gutiérrez Arango se desempeñó como alcalde de Manizales en dos ocasiones, también fue fundador y rector de la Universidad Autónoma de Manizales y rector de la Universidad de Caldas. Hombre de vasta cultura, también perteneció al movimiento político Nuevo Liberalismo, que fundara Luis Carlos Galán.
Se casó con doña Bertha Botero de Gutiérrez, con quien formó un hogar ejemplar y a cuyo seno llegaron seis hijos: María Mercedes, María Isabel, Aura, Julián, Miguel y José.
El destacado ganadero y su familia tuvieron que enfrentar el flagelo de secuestro, pues el 17 de abril de 1984, en su finca San Felipe del municipio de Pereira, fue raptado por delincuentes comunes.
Por fortuna, después de una intensa búsqueda, el Goes de la Policía logró rescatarlo a las 52 horas de cautiverio, en la urbanización La Haba de la Ciudad de Pereira, donde fue hallado en un pequeño cuarto, atado con una cadena.
El ganadero Fue respetado en el mundo de la política, de las letras y de la cultura. Pero también fue muy conocido y logró gran prestigio en el mundo taurino. Cosechó tardes gloriosas con la ganadería que llevó su nombre de pila. Dehesa de divisa negro y oro, que estaba ubicada en las Haciendas La Esperanza y La Florida. Fue fundada en 1954, con encaste Antonio Urquijo de Federico (Murube), Santacoloma.
La ganadería hizo parte de Dosgutiérrez, que había sido fundada en 1944 y que se dividió en 1969, entre sus dos hermanos propietarios.
El doctor Gutiérrez Arango se dedicó con entusiasmo a su ganadería, de la que sacó magníficos encierros. Sus toros tienen gran acogida, pues con ellos han triunfado las principales figuras del toreo en los últimos 50 años. Y fueron muchas las tardes en que él paseó triunfal los ruedos de las principales plazas del país junto con los toreros triunfadores.
El famoso ganadero se fue por la puerta grande el 23 de marzo de 1997 en la capital caldense, porque, además, estuvo en su palco taurino hasta los últimos días de su vida. En la temporada taurina de ese año, con su afición intacta, estuvo viendo la lidia y muerte de sus astados, que propiciaron, otra vez, tardes inolvidables. Con uno de sus toros, en Manizales, el español Vicente Barrera ejecutó una de las faenas más artísticas de su carrera. También tuvo una tarde histórica Pedrito de Portugal.