Opinion

NOTAS DE OMAR YEPES

Por: Omar Yepes Álzate – Exsenador de la República

29 agosto 2018

LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN.- Por fin se oyen voces que entienden el fenómeno de la corrupción como asunto que atañe a la educación. Algunos medios, El Tiempo entre ellos, y varios opinadores, reclaman que » desde la educación y el hogar se fomente la ética». Hemos insistido en que el gobierno está en mora de propiciar con firmeza una política educativa que rescate las buenas costumbres y la formación del niño para hacer de él un buen ciudadano. No será fácil porque la educación colombiana se encuentra en manos de Fecode que no da muestras de preocuparse de verdad por una educación acorde con la exigencia de los tiempos y los reclamos de la sociedad. Que hay maestros buenos, no hay duda, que son miles, también, pero Fecode parece más interesada en buscar cada día más y más prebendas para sí misma, para su propia organización, y menos por procurar una política que asegure un futuro generoso para la nación. ¡Qué bueno fuera ver a Fecode comprometida, además de procurar el conocimiento de la juventud, en luchar por la virtud, la honestidad y la transparencia de nuestra sociedad!.

Hay que insistir que no solo los hogares y el Ministerio de Educación deben procurar por mejorar la conducta de nuestros habitantes. También los púlpitos, los medios de comunicación, las redes, las pautas oficiales, todos a una como en Fuenteovejuna deben atender esta emergencia y martillar y martillar a diario por la cultura ciudadana, para tratar de conseguir una sociedad más tolerante, más respetuosa y más orientada a la convivencia y a las buenas prácticas. Solo así se logrará el objetivo. Las leyes, las normas ayudan, pero la conducta individual debe salir desde adentro, desde el mismo ser, para garantizar una sociedad más ceñida a la ética.

PACTO POR COLOMBIA.- El presidente Iván Duque dice y repite que no tiene adversarios, que no los reconoce y afirma que quiere un pacto por Colombia para unir a los colombianos alrededor de propósitos nacionales. Eduardo Posada Carbó, columnista habitual del tiempo escribe que «en una democracia representativa los acuerdos nacionales deben buscarse con la inclusión de los partidos. Vagas referencias a la sociedad civil mal pueden reemplazar a los partidos. Y si entre ellos no se logra incluir la oposición, habrá quizás ‘acuerdo’ pero no será ‘nacional’ ni tendrá mayor repercusión. Más aún, si se le da prioridad a pactar con el sector privado, se deja la impresión de que la propuesta busca beneficiar a los privilegiados».

Cierto. Los partidos en Colombia andan mal. Abandonaron la política para adentrarse en prácticas que nada sirven para cohesionar y dar aliento a las masas. Los colombianos los miran con cierta apatía para no hablar de desdén. Pero los partidos son absolutamente necesarios para organizar la sociedad en orden a reclamar la atención de los gobiernos en la solución de las angustias y necesidades humanas. Una sociedad sin partidos es anárquica y carece de rumbo. Cada quien es su propio mundo y los propósitos comunes no encuentra encauzamiento. El deber del gobernante es tratar de institucionalizarlos y ponerlos en función de su finalidad. Y darles representación, por lo menos a los que lo llevaron al poder, sin perder la autonomía que le es propia.

Si el presidente quiere organizar la sociedad colombiana, colocarla en función nacional y adentrarla en la tarea de contribuir a la solución de los problemas que se padecen, lo primero que debe pensar es en poner orden a los partidos y convocarlos al afán de abandonar las practicas actuales para que cumplan la misión que les es natural y contribuyan de verdad, con sus luces, a promocionar el desarrollo del país y a buscar el bienestar de los ciudadanos.

IR A REMOLQUE? Es oportuno que el Partido Conservador, como colectividad, tome posición clara sobre los anunciados proyectos de alza salarial e Iva sobre los productos de la canasta familiar. Debe anunciar su posición con absoluta independencia. No puede ir a remolque.

LA CORRUPCION está ganando la batalla titula la noticia de El Tiempo del domingo 19 de agosto de 2018, y lo trae como resultado un estudio realizado por la Universidad Externado de Colombia durante dos años. Hace una descripción de algunos motivos de corrupción: traslado de regalías a las regiones, contratación, manejo indecoroso de los recursos públicos, anormalidad en las contralorías regionales y municipales, descentralización, elección popular de alcaldes, y fallas en la educación de los ciudadanos. Propone más vigilancia y control de los dineros oficiales e insinúa más educación y formación ciudadana, pero advierte que ésta tardará años para obtenerse resultados.

No importa que tarde, pero urge que el gobierno inicie cuanto antes esta misión. Hemos sostenido que aquí está el quid del problema. Un pueblo educado, formado en valores, difícilmente cede a las tentaciones de tomar el dinero ajeno y más del Estado; adicionalmente esa formación contribuirá a reducir la intolerancia, el atropello, la violencia y el crimen.

¿Por qué los gobiernos no lo entienden así? Manos a la obra.

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