Por: Omar Yepes Álzate – Exsenador de la República
08 agosto 2018
COLOMBIA.- Recibimos con esperanza el mandato que inicia hoy Iván Duque. Dios lo asista y el pueblo lo acompañe.
NI TANTO QUE QUEME AL SANTO, NI TAN POCO QUE NO LO ALUMBRE.- Mauricio Vargas, el talentoso columnista dominical de El Tiempo, bajo el título, Y DE LA ‘MERMELADA’, ¿QUE?, hace una descripción bien lograda del trato entregado por el presidente Santos a los congresistas amigos durante su mandato. En especial a aquellos que le contribuyeron exitosamente en su reelección presidencial y que le sirven dócilmente como caja de resonancia en los salones del Congreso. Cargos, y cupos indicativos negociados en las regiones con alcaldes y gobernadores cómplices para engordar el bolsillo y financiar, a su vez, la reelección parlamentaria.
Algunos congresistas y el país generalizado protestan contra estas prácticas que han contribuido a envilecer la política colombiana. No se trata de satanizar la representación que los gobiernos entregan a los partidos y líderes que contribuyen a su elección, que eso es apenas natural, ni a las partidas que se gestionan para el desarrollo regional, que es función prioritaria de quienes tienen la vocería de sus respectivos departamentos. No, se trata de aquello que se utiliza como retribución o premio a unos acuerdos proditorios para alcanzar unos fines, supuestamente democráticos, con mecanismos altamente cuestionables.
Hasta ahí, bien la denuncia y la protesta.
Otra cosa es el desconocimiento gubernamental a la representación partidista y regional. No es aplaudible que, en aras de corregir entuertos o malas prácticas, se vaya al otro extremo. Extrañar a los partidos, desconocer olímpicamente liderazgos, y desdeñar regiones en el reparto del alto gobierno no deja de ser preocupante. Por halagar a la galería, a unos cuantos columnistas u opinadores, y a ciertos medios de comunicación, no se debe erradicar la auténtica representación improvisando servidores, atendiendo amigos y copando los cargos del Estado con muchos que hacen fiestas desdorando de la política y de los políticos. Los partidos y los políticos también auspician gente respetable y el gobierno puede y debe hacer exigencia en materia de calidades y requisitos. ¡Ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre! reza con sabiduría el refranero popular.
INSEGURIDAD.- El ElN se reactiva. Despide al presidente Santos con secuestro de uniformados y civiles en el Chocó. Algunos espacios abandonados por las Farc fueron copados por los elenos y otros grupos violentos. A pesar de los anuncios gubernamentales, la fuerza pública no cubrió esos territorios. ¿Hay paz? No, no la hay. El gobierno firmó con las Farc, pero hay disidentes. ¿Mermó la inseguridad? Sí, mermó la inseguridad, pero en el país no hay paz como tanto se pregona.
«La actitud de los buenos políticos es buscar soluciones. Los malos promueven el conflicto» (Moisés Wasserman-Ex-Rector U. Nacional-El Tiempo).
ECONOMÍA.- China tiene un crecimiento económico superior al de los EE.UU. El producto interno bruto de EE. UU creció 2.8% en el último trimestre frente al año anterior. Está en US 20 billones. Entre tanto, el PIB de China creció 6.7 durante el mismo período y se sitúa en torno a los US 13 billones.
Según el Fondo Monetario Internacional, China podría convertirse en la mayor economía del mundo para el año 2030 de observarse similares índices de crecimiento. (Portafolio, julio 30 de 2018).
MIGUEL GÓMEZ MARTÍNEZ: «Colombia retrocede en los indicadores de competitividad, pasando del muy modesto puesto 51 a un preocupante 58. La competitividad es un tema complejo y transversal a la economía. Depende de muchos factores, pero los más importantes son aquellos ligados a lo que se denomina como triángulo de la competitividad: infraestructura, tecnología y talento humano». (Portafolio, julio 25 de 2018).
AUSTERIDAD, AUSTERIDAD.- El gobierno de Iván Duque, próximo a instalarse, debe implantar un riguroso plan de austeridad. Las finanzas oficiales están seriamente golpeadas por el despilfarro, la corrupción, los altos gastos de funcionamiento y los reducidos recaudos, en buena parte provocados por el altísimo grado de evasión tributaria. Hablo de reducidos recaudos frente a los ineludibles compromisos del gobierno como funcionamiento, las transferencias, las pensiones, la atención a la deuda (peligrosamente elevada por el gobierno de Santos) y las vigencias futuras a las que se apeló con cierta alegría, para no decir irresponsabilidad.
Además de la reforma tributaria, que se ve venir, el gobierno debe pensar seriamente en la disminución del tamaño del Estado. Los gobernantes son muy relajados en aquello de incrementar la nómina para atender a sus compromisos políticos, sin tomar en cuenta que cada peso que se le agregue va en detrimento de la inversión y de los gastos absolutamente indispensables para solucionar los problemas sociales y los imprevistos tan frecuentes por razones de violencia o fenómenos de la naturaleza (sequías o lluvias torrenciales). Hay asesorías innecesarias y muy costosas, burocracia ociosa, y organismos intrascendentes por escasez de presupuesto para hacerlos útiles y visibles. Ahí, aparte de la tributación, debe poner ojo clínico el gobernante.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER: Hoy la he visto,…la he visto y me ha mirado, ¡hoy creo en Dios!