Tinto Político

EL EFECTO “SIN MÁS VUELTAS»

DUQUE TIENE DE TODO MENOS DE BOBO. POR ESO TIENE LAS MAYORES PROBABILIDADES DE SER EL PRESIDENTE.

Por estos días, la dirigencia política de todo el país, especialmente los quemados del 11 de marzo, están radicados en Bogotá para estar al pie del cañón como popularmente se dice. Desesperados madrugan a mirar los periódicos, interpretar las encuestas y sondeos de opinión, y escuchar análisis y cábalas sobre quién será el próximo Presidente de la República. De acuerdo con la forma como marque el termómetro, buscan acercamientos directamente o a través de amigos comunes con el posible triunfador.

Todos necesitan apostarle al ganador. Quedaron muy desgastados de la campaña para congreso y es urgente su recuperación, y qué mejor que un Presidente amigo para ello.

Hace dos meses, Iván Duque no les despertaba simpatía. Hoy es la revelación política, un fenómeno electoral, la salvación de Colombia. Lo adornan con atributos que ni siquiera el mismo candidato sabía que tenía. Todos quieren sacarse fotos con él para subirlas al perfil de sus redes sociales, tener su número celular o por lo menos saludarlo por breves instantes y que su rostro quede en la retina del presidenciable. Después rogar al cielo  para que lo quede recordando.

La semana pasada un joven amigo, andaba presuroso buscando una foto suya al lado de Duque en una de sus visitas a Manizales, y ya la luce retocada en todas sus redes sociales. Lo curioso es que tiene fotos con varios de los precandidatos y candidatos que visitaron la ciudad. Una con cada uno, por si acaso.

Godos, liberales, de La U, independientes, cristianos y oportunistas, se apresuran a rodear al candidato del Centro Democrático porque lo ven con mayores posibilidades de triunfo. Es patético ver a los antiuribistas de ayer, hoy convertidos en seguidores ciegos de su candidato como si Uribe y Duque no fueran la misma cosa.

Los únicos que han tenido coherencia ideológica son los uribistas, esa masa de seguidores que no se sabe si son partido político o secta religiosa, quienes se inventaron a Duque como candidato y lo tienen ad portas de la Presidencia de la República. El resto son oportunistas, mercenarios políticos aunque los conservadores pueden tener alguna afinidad porque dos de los suyos, Marta Lucía y Ordoñez, se midieron en la consulta interpartidista con Duque.

Para congraciarse con el candidato, se inventaron el cuento que su apoyo se debe a la necesidad de ganar en primera vuelta bajo el eslogan: «Sin más vueltas”, sin percatarse de la posibilidad de un harakiri porque de ser así, Duque puede creer que era el predestinado para esa Presidencia y por lo tanto no tener compromisos. Todos se pueden quedar viendo un chispero. Entre tanto limosnero se pierde la limosna dicen por ahí.

O alguien es tan ingenuo para pensar que si Duque es Presidente no acatará lo que diga Alvaro Uribe y correr el riesgo del tormento vivido por Santos durante estos años ?

Duque tiene de todo menos de bobo. Por eso tiene las mayores probabilidades de ser el Presidente.

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