Opinion

«NO PIERDAS TU TIEMPO CON EXPLICACIONES: LA GENTE SOLO ESCUCHA LO QUE QUIERE ESCUCHAR”  Paulo Coelho.

JOSÉ OSCAR GONZÁLEZ HERNÁNDEZ

Por: José Oscar González Hernández – Abogado, expersonero de Manizales, exdiputado de Caldas, exalcalde de Pensilvania –

Una de las instituciones que fue más aporreada después de la Constitución de 1991 fueron los partidos políticos. Con la constituyente del 91 nos prometieron que alcanzaríamos la paz y que las reformas, especialmente las políticas, nos traerían desarrollo. Nada más alejado de la realidad.

Repasemos un poco. Hasta la Constitución del 91 existían dos partidos políticos definidos en el panorama nacional. Tenían historia centenaria, principios filosóficos y además en el universo partidista representaban a la gran mayoría de los votantes. Vino la constituyente y con las reformas pensamos que mejoraríamos. Pero esto no fue. En el año 1994 a la sombra de las reformas constitucionales existían más de 50 partidos, de los cuales, salvo 3 o 4 los demás los podíamos llamar como de garaje. De los 100 senadores que se eligieron en su momento una gran cantidad, alrededor del 20%, esos partiditos pequeños, tenían un Senador y pare de contar; pero para la ley era un partido con reconocimiento jurídico por parte del estado y además tenían derecho a todos los beneficios que gozaban los grandes.

Con el paso del tiempo esto degeneró en tantos grupúsculos que se endurecieron los términos para la consecución de la personería jurídica y vino la gran reforma con el Acto Legislativo No 001 de 2003 sobre los partidos políticos.

La verdad es que en dicho Acto Legislativo se intentó modernizar los partidos, se les dio responsabilidad a las organizaciones que avalaban candidatos sin el lleno de requisitos, pero dejó las listas abiertas en las organizaciones donde ha sido el foco de corrupción más grande dentro de la organización electoral.

Primero los aspirantes a senado convierten su curul en una micro empresa electoral y el que no tenga dinero, mucho, se puede contar dentro de los quemados. La campaña para aspirar al senado hay que salir a buscar electores en todo el país y como se dice hoy en los corrillos a comprar electores a como digan. Esta presencia de senadores foráneos en los departamentos han eliminado las fronteras ideológicas dentro de los partidos. Hoy la gran mayoría de las veces y debido a esa caída de las ideologías partidistas todos en Colombia estamos resultando votando por amigos sin importarnos a que partido pertenece y por consiguiente que ideología defiende.

Si ese voto es una elegía a la amistad bienvenido sea, pero muchas veces ese voto por el enemigo ideológico de antes está contaminado por la plata o cualquier otra prebenda. Por consiguiente, yo también tengo que hacer una confesión. Fui atacado por la amistad y como ya no tengo embelecos electorales este 11 de Marzo votaré por el 101 del Centro Democrático Fernando Gómez Chano para cámara y por L 50 al senado de Mario Castaño. Ellos dos a lo largo de su vida pública me han tenido en el círculo de amigos y les devolveré atenciones votando por ellos.

A pesar de este mea culpa, espero que los partidos políticos en nuestro país se recompongan y tengan una plataforma ideológica para defenderla en las urnas.

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