Por: José Luis Zuluaga Soto – Periodista – XX Premio Nacional de Periodismo Ciudad de Manizales –Orlando Sierra Hernández – Vida y Obra de un periodista.
22 abril 2019
El aspirante a la Gobernación de Caldas, el exparlamentario Luis Guillermo Giradlo Hurtado, hizo graves denuncias en una reunión con los amigos que impulsan su candidatura.
Sin pelos en la lengua dijo que la política en Caldas se había narcotizado.
También afirmó que con dineros sucios se estaban comprando los votos y los dirigentes.
Tampoco tuvo miedo en decir que llevaría sus denuncias hasta la Fiscalía y que aportaría suficientes pruebas.
En medios radiales llegó a sugerir el nombre del senador Mario Castaño.
La actitud del dirigente es bien valerosa porque está diciendo lo que en la calle es comidilla permanente de los tertuliaderos políticos y que nadie se atreve a denunciar.
Luis Guillermo dijo lo que todo el mundo sabe. La política en Caldas se «costeñizó«.
Desde hace rato muchos caldenses votan por dinero.
El porcentaje es demasiado alto.
Por eso siempre hemos afirmado que para conseguir votos se necesitan puestos, contratos y dinero.
A punto de ideología, otros dirán de lengua, es muy difícil.
Las campañas se volvieron costosísimas. A tal punto que para ser alcalde de una población mediana pueden gastarse más de 600 millones de pesos.
Por eso lo que dice Luis Guillermo no es nada nuevo.
Los llamados votos de opinión se acabaron.
Hoy sólo es un porcentaje muy escaso.
Para unas elecciones como las de este año se calcula en un 40 por ciento.
De pronto cuando se trate de presidenciales, hay una mayor participación de la gente sin los estímulos del dinero, porque tampoco aparece en las cantidades de las parlamentarias o en las locales, como las de este año.
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