Opinion

LAS CONSULTAS

EDITORIAL

17 marzo 2019

La Ley 1475 de 2011 establece que las consultas son mecanismos de participación democrática y política que los partidos y movimientos políticos con personería jurídica, y/o grupos significativos de ciudadanos pueden utilizar con la finalidad de adoptar decisiones internas o escoger sus candidatos, propios o de coalición, a cargos o corporaciones de elección popular.

Las consultas pueden ser internas o populares. Se denominarán internas cuando en ellas sólo puedan participar los miembros de la organización política que se encuentren en el registro de afiliados. Se denominarán populares cuando puedan hacerlo todos los ciudadanos inscritos en el censo electoral. Las consultas internas se regularán por las disposiciones previstas en los estatutos de los partidos y movimientos políticos.

Las consultas convocadas por una coalición de partidos y/o movimientos políticos con personería jurídica, pueden ser internas o populares y se denominarán interpartidistas. Podrán ser convocadas con el objeto de seleccionar candidatos de coalición a cargos uninominales, previo acuerdo suscrito por sus directivos nacionales o departamentales según sea el caso.

El Consejo Nacional Electoral fijó como fecha el 26 de mayo de 2019 para la realización de consultas interpartidistas en Colombia.

Aunque las consultas interpartidistas y abiertas son mecanismos idóneos para la selección de candidatos, quienes están en este empeño deben analizar la conveniencia y riesgos que ellas conllevan.

El solo hecho que no todos los partidos, movimientos políticos o grupos significativos de ciudadanos las convoquen, genera el riesgo que quienes no las hagan interfieran en las consultas de otras colectividades manipulando y alterando los resultados, esto es, votando por el candidato de sus conveniencias, el que consideren más débil, para que gane y luego derrotarlo en las elecciones.

Otro riesgo que corren los partidos en las consultas es la baja participación electoral la cual se calcula entre el 30 y 40 por ciento de su potencial. Someterse al riesgo de un ridículo como lo hizo en noviembre de 2017 el Partido Liberal trae consecuencias en las urnas porque crea desmoralización en sus huestes y envalentona a sus contrincantes.

Si a eso agregamos el alto costo que las consultas populares representan para el erario público, tenemos que los Partidos Políticos, como lo dijimos anteriormente, deberían analizar muy bien la conveniencia de irse a las desgastantes consultas interpartidistas. Cosa diferente si todas las organizaciones políticas las hicieran en la misma fecha o fueran consultas internas donde participaran solo los afiliados a cada colectividad.

Manizales, marzo 17 de 2019.

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