Opinion

A ESTA HISTORIA LE FALTA UN PEDAZO

EDITORIAL

20 enero 2019

Ya transcurridos varios días desde el lamentable acto terrorista en la Escuela de Cadetes General Santander de la Policía Nacional en Bogotá, es hora de analizar otros aspectos.

En este atentado lo que se evidencia es la falla de los organismos de inteligencia del Estado. El señor Fiscal General de la Nación afirmó a través de todos los medios de comunicación que esta acción terrorista se venía planeando desde hacía más de un año; entonces por qué no había sido detectado ?.

La Fiscalía aclaró en tiempo record los autores intelectuales y material de los hechos; el recorrido, historial del vehículo y el lugar donde fue cargado con explosivos el vehículo; y el objetivo del atentado. Por qué con esa misma eficiencia no detectaron previamente el plan para haberlo impedido ?.

Igualmente, el señor Fiscal anuncio que el autor material respondía al nombre de José Aldemar Rojas Rodríguez, conocido dentro de la organización terrorista del ELN como “el mocho”. Lo extraño es que algunos medios de comunicación, entre ellos la agencia EFE, registraron hace tres años la muerte en combate de alguien de la misma organización, con el mismo apodo, de la misma edad y algún parecido físico. Para salirle al paso a esas versiones, el Fiscal dijo que en ese grupo clandestino existían dos jefes con el mismo alias. Ver el siguiente enlace: https://www.elheraldo.co/colombia/confusion-en-redes-sobre-noticia-de-un-mocho-del-eln-abatido-en-2016-589793

Otro interrogante válido. Si los organismos de inteligencia del Estado tenían identificado al autor material como miembro de la cúpula del ELN, por qué no tenía orden de captura, antecedentes judiciales y hacía públicamente toda case de trámites como compra de vehículos, runt, cuentas bancarias ?.

No es costumbre de ningún grupo subversivo colocar en riesgo y menos inmolar a sus dirigentes. En este caso, por qué lo haría el ELN si el autor material era el hombre con mayor conocimiento sobre explosivos dentro de la organización, y además era instructor  ?

Si fueron varios los cuerpos mutilados, cómo supo el Fiscal en forma inmediata que la mano encontrada en el campo de paradas de la Escuela era la otra del «Mocho», conductor de la camioneta ? Luego dijo que la identificación se logró a través de una prueba de ADN, examen científico que requiere tiempo y cotejo con la muestra de un familiar. Cómo hicieron todo eso en una hora y media ?

El supuesto cómplice, determinado por la interceptación de una llamada de celular, capturado en la madrugada del viernes en el Barrio Los Laches de Bogotá, él, sus familiares y amigos aseguran que la Fiscalía está equivocada y los overoles encontrados en su residencia se debe a que ha sido bombero voluntario en Bogotá como lo certificó esta Entidad. Aquí recordamos el asesinato de Luis Carlos Galán cuando el Director del DAS de la época, el General Miguel Maza Márquez, al día siguiente anunció la captura de Alberto Júbiz Hasbum, Héctor Cepeda Quintero y Norberto Hernández Romero, como cómplices y coautores, responsabilidad establecida también por la interceptación de una llamada telefónica. Varios años después comprobaron su inocencia tocándole al Estado indemnizarlos con más de 20 mil millones de pesos y pedirles perdón públicamente. Hoy el General Maza está en la cárcel pagando una condena por complicidad en el crimen de Galán.

Quedan muchos interrogantes. Lo único cierto es que a esta historia le falta un pedazo. Hay algo que no cuadra. Será que este atentado fue para desviar la atención de la opinión pública sobre algún tema candente ?

Mientras tanto, dejo el siguiente ejercicio mental: Cómo haría alias “El Mocho” para «meterle» los cambios a una camioneta nissan patrol modelo 93 si le faltaba la mano derecha ?.

Manizales, enero 20 de 2019.

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