Por: José Oscar González Hernández – Exalcalde de Pensilvania, exdiputado a la asamblea de Caldas, ex personero de Manizales.
20 diciembre 2018
Este fin de año para los colombianos no está pintando tan feliz y tan placentero como lo anuncian los comerciales de esta navidad. La razón es muy sencilla, el presidente Nicolás Maduro ya montó su estrategia de ser un perseguido por el pueblo colombiano y específicamente por el presidente Duque.
Fuera de su perorata día de por medio en donde nos dice de todo a los colombianos, hace unas semanas aterrizaron en Caracas dos cazas bombarderos, blancos como los cisnes, pero letales por el armamento que cargan. Sus aditamentos técnicos y su carga bélica infernal también la mostraron y fuera de una insípida reacción de Estados Unidos nadie en el continente dijo nada. Es decir, alistémonos porque si nos agrede el señor venezolano, en dicha guerra nos dejaran solos.
Lenta e imperceptiblemente la república de Colombia ha ido enrutándose por la senda de un conflicto con nuestros vecinos. Desde el año de 2017 el Embajador en Caracas fue llamado a consultas y en estos momentos su retiro de dicha embajada fue definitivo. Aún permanecen los consulados para interceder en algo por los colombianos residentes en dicho país, pero sabemos que su peso dentro de la órbita de poder no es el mismo de un embajador.
De la soledad que tiene nuestro país en el continente se vio reflejado cuando nos fuimos de Unasur, ya que nos retiramos y de nuestros vecinos no tuvimos la reciprocidad que se esperaba en países que no son de la órbita de Venezuela como Chile, Argentina.
Pronto habrá reunión del grupo de Lima y allí Colombia tiene que jugar sus restos para que haya una declaración fuerte y contundente con respecto a Venezuela y si esto no se consigue, cada día nos acercaremos más a la debacle de la guerra.
Porque como lo hemos dicho varias veces los organismos internacionales como la OEA y la ONU no sirven para un carajo; se volvieron club de burócratas en donde sólo hablan y hablan y la paz del mundo se resquebraja.
Escuchamos a nuestros agentes colombianos decir que el régimen de Maduro cada día está más sólo, esto es una mentira. Que está mal acompañado por Rusia, China Irán, Siria eso es cierto, pero no está solo. Si miramos los acompañantes de Venezuela, son engendros del mal y les gusta pelear las guerras por interpuesta persona y sino miremos lo que lleva el conflicto en Siria, patrocinado por un lado por Rusia y por el otro lado por Estados Unidos.
¿Será que la presencia de los cazas bombarderos rusos fue la orden de partida para la hora cero de la confrontación? Mucho me temo que sí, porque ya se está hablando de una base rusa en una isla venezolana.
Amanecerá y veremos. Bajo este panorama tan aterrador, sigo siendo optimista y les deseo a mis lectores y amigos una FELIZ NAVIDAD.
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