Opinion

«NUNCA HUBIERAMOS CREIDO, MI QUERIDO JOSE, QUE TANTA GLORIA CUPIERA DENTRO DE UN ZAPATO». El General en su laberinto.

Por: José Oscar González Hernández – Exalcalde de Pensilvania, exdiputado a la asamblea de Caldas, expersonero de Manizales.

13 diciembre 2018

Parece que la ley de financiamiento de las finanzas del estado colombiano ha tenido unas semanas de pasión en su discusión; parece que con dicho proyecto de ley no nos han dicho toda la verdad a los mortales y a los futuros pagadores de impuestos.

La primera impresión que nos queda es que no entendemos porque aprobaron un presupuesto desfinanciado en los gastos. Nos dicen que la ley lo permite, eso es cierto, pero para que se busca una disculpa cuando la realidad es que no se tiene plata. La ortodoxia presupuestal nos decía hace unos años que, para equilibrar los presupuestos desfinanciados, la solución era recortar gastos y no amenazar a los ciudadanos con recortar los programas sociales que el estado sostiene y que falta que hacen en estos momentos.

Lo segundo que se deduce de los debates en las comisiones de presupuesto es que nos hablaron de quince billones y sólo van a recaudar con lo aprobado la mitad, es decir, parece que la urgencia no era el desequilibrio, sino tenían una razón oculta y la están camuflando con los programas sociales.

Charlando con amigos contadores que han seguido muy de cerca lo aprobado tienen ellos muchas inquietudes con respecto a dicho proyecto de ley de financiamiento y que las podemos resumir así:

Si estamos buscando plata a través de nuevos impuestos para poder financiar los proyectos sociales del estado, nadie entiende el motivo que dentro del proyecto estén unas exenciones a grandes capitales. Aquí la duda es que nos hablan de desfinanciamiento en gastos de pobres, pero por la otra puerta le damos exenciones a los poderosos.

Otro punto que inquieta es lo que tiene que ver con la economía naranja, que yo en mi ignorancia no sé, pero todo parece que el ente que nos dice quienes hacen parte de la economía naranja es el Ministerio de Cultura, según los caprichos del Presidente.

Voy a enumerar varias de las exenciones que se encuentran en el proyecto y que estamos seguros pasaran: La hotelería la benefician de exenciones tributarias por muchos años; las inversiones agroindustriales se privilegian, a los bienes de capital se les da exención del IVA: eliminación gradual de la renta presuntiva; eliminación gradual de la renta presuntiva que permitía gravar a capitales parasitarios, como los representados en tierras sin explotar. Reducción del impuesto de renta a las empresas del 33% actual al 30% en 2021 y el impuesto de 1.5% al patrimonio se cobra sólo por dos años. Vuelve y se estimulan las zonas francas del país, en las cuales vemos que sólo han servido para llenarle los bolsillos a hijos de presidentes.

Después de lo narrado anteriormente y con todas esas exenciones vuelvo a mi pregunta inicial: ¿Faltaban 15 billones, con la ley conseguimos la mitad y en esa mitad concedemos todas esas exenciones que les conté; si hacía falta la ley? En mi criterio de lego en materia de hacienda pública, es un NO; ero como dice el pueblo doctores tiene la santa madre iglesia que nos podrán responder.

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