26 agosto 2018
Ha hecho carrera entre los colombianos estigmatizar como corruptos a todas las personas que ejercen la actividad política, olvidando que el Congreso de la República y las instituciones políticas son el fiel reflejo de la sociedad. Allí encontrarán personas buenas, regulares y malas, al igual que sucede en nuestra sociedad.
También olvidan que el sector privado es un gran generador de corrupción en nuestro país. Son los privados quienes ofrecen coimas o comisiones para que les sea adjudicado una licitación o contrato, o en muchos casos, para acceder a una posición.
Entonces aquí podemos traer a colación un aparte de la poesía de Sor Juan Inés de la Cruz “Hombres necios que acusáis” cuando dice: ¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga: la que peca por la paga o el que paga por pecar?
La solución la tiene el pueblo en las manos y es muy sencilla: no elegir aquellos candidatos sobre los que se tengan dudas o estén cuestionados. Esa es la mejor forma de empezar a combatir la corrupción y es un instrumento con mayor eficacia que las leyes o las normas.
Joseph de Maistre finalizando el siglo XVI sostuvo “que cada pueblo o nación tiene el gobierno que merece”.
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